En fechas recientes los capitalinos han sido sorprendidos por movimientos telúricos de baja intensidad que no han requerido que se active la Alerta Sísmica, dado que el epicentro se localiza justamente en la Ciudad de México (CDMX).
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Pese a que la capital del país no se encuentra sobre placas tectónicas, existe la presencia de fallas geológicas, que son uno de los factores que favorecen los sismos breves pero perceptibles, además de que está situada en una región volcánico-tectónica.
Además, es importante recordar que la CDMX está construida sobre un antiguo sedimento lacustre, por esta razón el constante hundimiento debido a los suelos blandos ejerce presión sobre las fallas geológicas, lo que provoca los denominados microsismos.
En ese sentido, dentro del territorio capitalino se tiene conocimiento de numerosas fallas geológicas entre las que destacan la Falla Mixhuca, Santa Catarina, Xochimilco y Contreras.
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Por ello, los microsismos se han percibido de manera intensa porque en los suelos blandos, el movimiento producido por un sismo es mayor.
