El embajador ruso en Alemania, Sergei Nachaev, y otras autoridades han participado en la ceremonia de clausura del consulado de Leipzig, inaugurado hace 240 años y considerada como la oficina diplomática más antigua en territorio alemán.
Tras el inicio de la invasión rusa de Ucrania, la comunidad internacional ha respondido con medidas de todo tipo, incluida la reducción del personal diplomático de Rusia, lo que ha llevado al cierre de numerosas oficinas consulares, especialmente en Europa.
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El consulado de Leipzig es precisamente una de esas oficinas que se ha visto afectada por las disputas diplomáticas entre Rusia y Alemania. A finales de mayo, Berlín exigió el cierre en cuatro de los cinco consulados rusos en el país.
Así, las autoridades rusas han completado la clausura de sus oficinas en Hamburgo, Múnich, Fráncfort y Leipzig, con lo que los asuntos diplomáticos de la población rusa se gestionarán en la Embajada rusa en Berlín y el consulado en Bonn.
“La Oficina de Asuntos Exteriores de Leipzig es la oficina consular más antigua de Rusia en Alemania (...) Ahora nos vemos obligado a cerrarlo”, lamentó el embajador Nachaev, de acuerdo con informaciones recogidas por la agencia TASS.
El consulado ruso en Leipzig fue inaugurado el 30 de marzo de 1783 por orden de la emperatriz Catalina II, convirtiéndose en el primer consulado extranjero en la ciudad germana. El principal objetivo de la misión fue promover las relaciones comerciales entre ambos países.
Las autoridades rusas cerraron su oficina en Leipzig durante las guerras napoleónicas y también con el estallido de la Primera Guerra Mundial (entre 1914 y 1918). No fue hasta 40 años después, tras la caída del régimen nazi, que se reanudaron las actividades del consulado.