El uso de túneles, compartimientos secretos, submarinos y hasta drones para transportar droga evidencia que los narcotraficantes siempre han estado a la vanguardia para realizar el tráfico de drogas, y ahora destaca una nueva estrategia para burlar a las autoridades: el uso de criptomonedas para realizar el flujo de recursos sin dejar huellas, alerta la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de la ONU.
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Tras la presentación del Informe 2023 de la JIFE — órgano independiente de vigilancia de la aplicación de los tratados de fiscalización internacional de drogas de las Naciones Unidas— el doctor César Arce Rivas, miembro de dicho organismo, advirtió a los países, especialmente los latinoamericanos, la necesidad de reforzar los controles y vigilancia de este tipo de operaciones que realiza el crimen organizado para evadir la ley.
La JIFE alerta además en su informe anual el aumento de la disponibilidad de drogas ilícitas en Internet, la explotación de las plataformas en línea —incluidos los medios sociales— por grupos delictivos, y el mayor riesgo de muerte por sobredosis debido al comercio en línea de fentanilo y otros opioides sintéticos.
Explica que los métodos de cifrado, la navegación anónima en la red oscura y las criptomonedas se utilizan habitualmente para evitar la detección, lo que plantea dificultades para perseguir los delitos de tráfico en línea, por lo que urge a los gobiernos a mejorar el seguimiento a estas actividades digitales.
A través de una videoconferencia, el paraguayo Arce Rivas resaltó la recomendación a los gobiernos para reforzar las campañas para disminuir el consumo de drogas entre la población.
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El miembro de la JIFE recordó que los sectores de la fabricación, comercialización, circulación y la monetización son especialmente vulnerables a ser utilizados por quienes trafican con sustancias peligrosas, y afirma que es necesaria una mayor cooperación entre los gobiernos, las organizaciones internacionales, las autoridades reguladoras y el sector privado para hacer frente a esos problemas cambiantes.
Preocupaciones por consumo
El Informe 2023 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) también destacó preocupaciones sobre el consumo de drogas en Estados Unidos, con un énfasis particular en las muertes por sobredosis.
Las muertes por sobredosis de drogas en Estados Unidos se han quintuplicado en las últimas dos décadas, con más de 106 mil muertes en 2021, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Se confirma un aumento en las muertes relacionadas con opioides sintéticos distintos de la metadona, como el fentanilo, así como en las muertes relacionadas con estimulantes como la metanfetamina.
Asimismo, la Administración para el Control de Drogas de los Estados Unidos emitió una alerta de seguridad pública sobre el tráfico de fentanilo mezclado con xilacina —una sustancia de uso veterinario—, destacando que el fentanilo adulterado o asociado a la xilacina fue designado oficialmente como una amenaza emergente para el país debido a sus graves consecuencias para la salud, incluyendo sobredosis mortales.
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Esto desata una especial preocupación porque la naloxona, que suele utilizarse para revertir los efectos de los opioides y prevenir las sobredosis, no revierte los efectos de la xilacina ni de las benzodiazepinas.
Transición epidemiológica en México
Respecto a México, el reporte de la JIFE indica que el país experimenta una transición epidemiológica en cuanto a la demanda de tratamiento por consumo de metanfetamina.
Con base en información del Observatorio Mexicano de Salud Mental y Consumo de Drogas, el JIFE expone que entre 2017 y 2022, el número de estados de México con ingresos por consumo de metanfetamina aumentó de seis a 21 y en ese lapso el consumo de metanfetamina, éxtasis y estimulantes se disparó un 218%, representando más del 46% de las solicitudes de tratamiento en 2022.
Por lo anterior, el JIFE expresa preocupaciones significativas sobre el consumo de drogas en México, destacando un cambio epidemiológico y un aumento en la demanda de tratamiento.
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En cuanto a las incautaciones de drogas en México, el informe reporta un aumento en la confiscación de fentanilo y metanfetamina entre 2020 y 2021.
Además, la fabricación y el tráfico ilícito de drogas por cárteles y grupos delictivos siguen contribuyendo a la existencia de altos niveles de violencia en México, según datos de la UNODC.
