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Asesinan al “Tiburón”, hombre que golpeó a adolescente en restaurante de San Luis Potosí

El sujeto fue asesinado cerca de su gimnasio en la colonia General I. Martínez, aunque fue condenado a 3 años de cárcel pudo salir pocos meses después

Santiago ratificó la denuncia penal ante la fiscalía estatal en contra del hombre también conocido como "El Tiburón".
Fernando Medina consiguió su libertad luego de que se reclasificara el delito de homicidio calificado en grado de tentativa agravada a lesiones graves Foto: (Especial)

Fernando Medina, conocido como “El Tiburón”, hombre que en julio del año pasado golpeó a un joven trabajador del restaurante Subway, fue asesinado la tarde de este 11 de marzo cerca de su gimnasio en San Luis Potosí.

El gimnasio se ubica en la colonia General I. Martínez, en imágenes que se difundieron del sitio, se observa al hombre tirado en el piso boca arriba con un charco de sangre en la cabeza cerca de una camioneta negra, vestía una camisa azul claro, chamarra negra y pantalón oscuro.

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La agresión contra Santiago ocurrió el 31 de julio, el motivo fue que el joven le pidió que se formara para ordenar, como lo hacían los demás clientes, esto desató la ira de Medina, quien ingresó a un área restringida del restaurante y comenzó a golpearlo hasta el cansancio.

Los golpes le provocaron al adolescente de 15 años fractura de nariz, pómulo y una conmoción cerebral, por lo que tuvo que ser hospitalizado. Tras difundirse el video, las autoridades comenzaron la búsqueda del agresor, de quien se supo participaba en peleas conocidas como “se vale todo”.

Su captura ocurrió pocos días después, el 5 de agosto, incluso se emitió una ficha roja en su contra para detectar si buscaba salir del país, en su fuga recorrió Guanajuato, Jalisco y regresó a San Luis Potosí.

Aunque fue encarcelado y sentenciado, fue dejado en libertad el 16 de diciembre del año pasado, pese a que fue acusado de homicidio calificado en grado de tentativa agravada, por lo que tendría que estar tres años y medio de prisión, consiguió que se reclasificara el delito a lesiones graves.

También tuvo que pagar la reparación del daño en contra del adolescente, se le ordenó no acercarse a la víctima, tomar terapia psicológica, comprobar que tenía en empleo estable y no abandonar la entidad.

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