Rodrigo “M”, quien era maestro de una secundaria en la alcaldía Gustavo A. Madero de la Ciudad de México, fue sentenciado a nueve años de cárcel por ser responsable de abusar sexualmente de una de sus alumnas.
La Fiscalía Especializada en Delitos de Violencia contra las Mujeres, Grupos en Situación de Vulnerabilidad y Trata de Personas (Fevimtra), de la FGR, consiguió la sentencia en contra del maestro que cometió el abuso dentro de la escuela.
Cuando la víctima presentó la denuncia, se inicio una carpeta de investigación y la Fevimtra realizó diversas diligencias que acreditaron la responsabilidad de Rodrigo “M” en el abuso sexual agravado cuando se desempeñaba como maestro de educación física.
“En consecuencia y tras diversos procesos, el Tribunal de Enjuiciamiento adscrito al Centro de Justicia Penal Federal en la Ciudad de México con sede en el Reclusorio Oriente, dictó sentencia condenatoria de nueve años de prisión, la destitución de su empleo, suspensión de derechos políticos y civiles, así como amonestación pública”.
Otro caso de abuso en la misma alcaldía
Hace más de un año, padres de familia se manifestaron para dar a conocer que por lo menos 10 menores de edad sufrieron abuso en el Jardín de Niños, Ana Pavlova, en los límites de las colonias Defensores de la República y Panamericana, pese a que interpusieron denuncias en la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México, no fueron atendidos con prontitud.
Los padres acusaron a Mario Alberto Rubio Torres, hijo de Gabriela Torres, directora del colegio y que también fue candidata del Partido Acción Nacional (PAN) a una diputación local y a la maestra Nadia Aceves como los presuntos perpetradores del abuso físico, psicológico y sexual hacia sus hijos, debido a las movilizaciones de los padres, la escuela cerró sus puertas.
Una de las mamás relató que su hijo tuvo cambios repentinos de comportamiento, ya no quería ir a la escuela, días después le dijo que los acusados tocaban a los menores, les enseñaban a besarse, además que a él lo llevaban a un “cuarto secreto” en el que había “martillos de colores”, donde se presume que abusaron del menor.
