La Fiscalía General de la República (FGR) inició una exhaustiva investigación tras la detención de Ismael ‘Mayo’ Zambada y Joaquín Guzmán López el pasado 26 de julio, bajo la carpeta de investigación número SON/HSO/0001/882/2024. A estos individuos se les imputan varios delitos graves, incluyendo vuelo ilícito, uso indebido de instalaciones aéreas, violación de la legislación migratoria y aduanera, secuestro, y el cargo más grave: traición a la patria, un delito que no ha visto sentencias en tiempos modernos.
Además, se han añadido cargos de homicidio, privación ilegal de la libertad y posibles coparticipaciones en estos crímenes, lo que podría llevar a condenas de varios años de prisión si son hallados culpables. Solo por traición a la patria, las penas pueden alcanzar hasta 40 años de prisión; sin embargo, de confirmarse, este caso sería extraordinario y sin precedentes.
Una intensa investigación con ayuda internacional
La detención de estos capos ha desencadenado más de cien diligencias en diversas entidades federativas, así como la colaboración con el gobierno de Estados Unidos, incluyendo investigaciones en el aeropuerto de Santa Teresa, Nuevo México. Estas pruebas ya forman parte del expediente.
La investigación también ha incluido la revisión de pistas aéreas y zonas específicas en Culiacán, como Huertos del Pedregal, donde se sospecha que se realizaron actividades ilícitas vinculadas a los delitos imputados. Además, se ha solicitado a la Fiscalía General del Estado de Sinaloa que atraiga a la justicia federal el caso del homicidio de Héctor “M”, debido a posibles vínculos con las actividades criminales investigadas.
La situación legal de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, conocido como El Ratón, es igualmente grave. Tras su extradición a Estados Unidos el 15 de septiembre, se declaró inocente de los cargos de lavado de dinero, narcotráfico, posesión de sustancias controladas con intención de distribución, empresa criminal continua, conspiración para importar y distribuir drogas, y portación de armas. Estos delitos conllevan penas severas, incluyendo cadena perpetua.
¿Cuáles son las penas por traicionar a la patria?
Conforme al artículo 123 del Código Penal Federal, la traición a la patria es castigada con penas severas, que pueden variar dependiendo de la gravedad del delito cometido. Las sanciones oscilan entre cinco y cuarenta años de prisión, y multas que pueden alcanzar los cincuenta mil pesos.
Entre las acciones que constituyen traición a la patria se encuentran aquellas que atentan contra la soberanía, independencia o integridad de la Nación, como colaborar con gobiernos extranjeros, participar en actividades hostiles contra México o facilitar información estratégica que comprometa la seguridad del país. Este delito suele ser asociado a las responsabilidades de altos funcionarios, como un presidente, más que a un ciudadano común.
Adicionalmente, se imponen penas más severas cuando estas actividades se realizan en tiempos de guerra o cuando incluyen la participación en grupos armados dirigidos por extranjeros con el propósito de invadir el territorio nacional o alterar la paz interna.
¿Quiénes han sido acusados de traición a la patria?
A lo largo de la historia de México, algunas figuras políticas y públicas han sido acusadas de traición a la patria, aunque no existe un registro claro de sentencias por este delito.
1. Felipe Calderón y Genaro García Luna
En 2021, el activista Flavio Sosa presentó una denuncia contra el expresidente Felipe Calderón por presunta traición a la patria, argumentando que sus políticas favorecieron a gobiernos y empresas extranjeras. Sin embargo, esta acusación no prosperó más allá de la denuncia pública.
2. Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray
Ambos fueron señalados por actos que podrían considerarse como traición a la patria, especialmente relacionados con decisiones que habrían favorecido intereses extranjeros. No obstante, estas acusaciones, emitidas por la FGR, no llegaron a un juicio formal por este delito.
3. Victoriano Huerta
En la historia de México, uno de los casos más emblemáticos de traición a la patria es el del expresidente Victoriano Huerta, quien tomó el poder tras el golpe de estado que derrocó a Francisco I. Madero en 1913. Huerta fue acusado de traicionar a la nación al colaborar con fuerzas extranjeras (Estados Unidos) para mantenerse en el poder.
La mayoría de las acusaciones de traición a la patria no han llegado a convertirse en juicios formales, ya que el término ha sido utilizado en gran medida con fines políticos o mediáticos, y no siempre con sustento jurídico. Por ejemplo, en febrero de 2023, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) determinó, por unanimidad de votos, que los promocionales de Morena en los que se calificó como “traidores a México” a algunos legisladores federales y partidos políticos, en el contexto de la reforma eléctrica, constituían calumnia electoral.
Esto se debió a que un análisis del contexto interno y de difusión de los promocionales reveló que Morena utilizó información inexacta e imágenes alteradas para imputar el delito de traición a la patria, con la intención de dañar la imagen de los partidos políticos cuyos legisladores votaron en contra de la reforma durante los procesos electorales de 2021-2022.
¿La primera acusación de traición a la patria?
La figura de La Malinche, también conocida como Malintzin o Doña Marina, ha sido históricamente interpretada como un símbolo de traición a la patria en México. Esta percepción surge de su papel como intérprete y consejera de Hernán Cortés durante la conquista del Imperio Mexica, facilitando alianzas con pueblos indígenas que contribuyeron a la caída de Tenochtitlán. Quienes ven a La Malinche como traidora argumentan que su colaboración con los conquistadores fue una traición a su gente, ayudando a los invasores a someter a las culturas indígenas. Este estigma ha perdurado en la cultura popular, donde el término “malinchismo” describe la preferencia por lo extranjero sobre lo nacional.
Sin embargo, esta visión ha sido cuestionada y matizada por historiadores y estudiosos. Ellos argumentan que La Malinche no era originaria del Imperio Mexica, sino de un grupo étnico sometido por los mexicas, y que su colaboración con Cortés podría interpretarse como un intento de liberarse de dicho yugo. Además, se resalta que ella era una esclava sin capacidad de decisión autónoma, lo que pone en duda la idea de una traición voluntaria. Esta reinterpretación busca reivindicar su figura como una víctima de las circunstancias, y no como una traidora, destacando su papel crucial en la historia del mestizaje y su legado cultural complejo.