“Muchas veces, cuando se da un pronóstico de cáncer, no se trata de curar, sino de ganar más tiempo y mantener la calidad de vida. Por eso el tratamiento es fundamental”, afirma el doctor Luis Alberto Suárez. Explica que en la medicina actual, los pilares de curación, personalización e innovación presentan numerosos retos.
Hoy en día, con prevención y un diagnóstico oportuno, es posible curar el cáncer en hasta un 80% o 90% de los casos. Suárez subraya que la personalización en el tratamiento es clave, ya que cada paciente y tipo de cáncer es diferente. “No conocemos todo sobre el cáncer hoy en día, por eso la innovación en el campo de la oncología es crucial. Debemos trabajar en beneficio de los pacientes, porque ellos son lo más importante”, añade el oncólogo.
Anualmente, se diagnostican más de 20 millones de casos de cáncer en el mundo, con una tasa de mortalidad del 50%, lo que equivale a 10 millones de muertes. “Y esto solo refleja los casos diagnosticados, lo que significa que podrían haber muchos más”, advierte Suárez.
En cuanto a letalidad, el cáncer de pulmón es el que más muertes produce, a pesar de los tratamientos disponibles, especialmente porque “en nuestra región se diagnostica, en la mayoría de los casos, en etapas avanzadas”. Le siguen el cáncer colorrectal y el cáncer de estómago, que también representan un desafío para los sistemas de salud.
En términos de incidencia, Latinoamérica ocupa el tercer lugar a nivel mundial, solo detrás de Asia y algunas partes de Europa, lo que resalta la necesidad de fortalecer las estrategias de prevención y diagnóstico temprano en la región.
El envejecimiento de la población augura que en 16 años, en 2040, aumente la incidencia de cáncer aunque la mortalidad se espera se reduzca “un poco”. El cáncer de pulmón en Latam se está reduciendo al menos en los hombres, pero no en las mujeres, por eso Luis Alberto Suárez señala que hay que trabajar en la prevención y en el control del tabaco y de los vapeadores, aunque aún no no se conocen a ciencia cierta la relación con el desarrollo del cáncer pero “sí afecta”.
Reto de la complejidad del cáncer
El reto de la complejidad del cáncer es uno de los mayores desafíos que enfrenta la medicina en la actualidad, señala el doctor Luis Alberto Suárez, director médico de oncología para Latinoamérica de Pfizer. A diferencia de otras enfermedades, el cáncer no es una única patología, sino una familia de enfermedades caracterizadas por un crecimiento celular descontrolado que puede afectar prácticamente cualquier tejido del cuerpo. Cada tipo de cáncer tiene su propia biología, comportamiento y respuesta a los tratamientos, lo que hace que su diagnóstico y tratamiento sean altamente complejos.
Uno de los principales obstáculos en el combate contra el cáncer es su heterogeneidad. Las células cancerosas pueden variar incluso dentro de un mismo tumor, lo que significa que algunas células pueden ser más resistentes a los tratamientos, como la quimioterapia o la radioterapia, que otras. Esta variabilidad complica el desarrollo de terapias eficaces y aumenta el riesgo de recaída, ya que las células que sobreviven al tratamiento inicial pueden continuar proliferando.
Además, la metástasis, o la capacidad de las células cancerosas de diseminarse a otras partes del cuerpo, representa un gran desafío. El cáncer puede originarse en un órgano y luego migrar a otros, donde las células pueden adoptar nuevas características y comportarse de manera diferente, complicando aún más el tratamiento.
Otro factor que añade complejidad es la necesidad de personalización en los tratamientos. Debido a la variabilidad genética entre individuos y entre distintos tipos de cáncer, lo que funciona para un paciente puede no ser eficaz para otro. Aquí es donde la medicina de precisión juega un papel crucial, permitiendo a los médicos adaptar los tratamientos basándose en las características genéticas del tumor de cada paciente.
Por otro lado, el diagnóstico temprano sigue siendo uno de los mayores retos. Muchos tipos de cáncer no presentan síntomas en sus primeras etapas o los síntomas pueden ser confundidos con otras condiciones. Esto lleva a diagnósticos tardíos, cuando el cáncer ya está en una fase avanzada y las opciones de tratamiento son más limitadas y menos efectivas.
Finalmente, la innovación tecnológica y la investigación son esenciales para seguir avanzando en la comprensión y tratamiento del cáncer. Las nuevas herramientas como la inmunoterapia, los inhibidores moleculares y las terapias génicas ofrecen esperanzas, pero el desarrollo de estos tratamientos sigue enfrentándose a retos como los altos costos y la disponibilidad para los pacientes de todo el mundo.