La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) identificó a 44 grupos delictivos que operan en al menos 15 alcaldías de la capital, cometiendo delitos como homicidio, narcomenudeo, desaparición forzada, extorsión, trata de personas, tráfico de armas y múltiples asesinatos, de acuerdo con el Atlas Delictivo, cuya información fue proporcionada al diario La Crónica por fuentes de la dependencia.
Entre los grupos mencionados se encuentran La Unión Tepito, el Tren de Aragua, El Grupo Fortaleza y decenas de células más que mantienen actividades delictivas en distintas zonas de la capital.

Criminales entran y salen
Sin embargo, Policías de Investigación (PDI) señalan que la estrategia operativa de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), basada en detener a presuntos criminales por posesión de pequeñas cantidades de droga y luego investigar sus nexos con delitos mayores, está debilitando las investigaciones ministeriales.
De acuerdo con los agentes consultados, esta práctica —vigente desde 2018— fomenta la llamada “puerta giratoria”, ya que los detenidos, al ser acusados de delitos menores, recuperan la libertad rápidamente sin que se les imputen crímenes más graves como secuestro, homicidio o tráfico de drogas.
Uno de los casos citados es el de “Los Diablitos”, menores de entre 15 y 17 años que operan en la alcaldía Miguel Hidalgo. Según los investigadores, cuando fueron detectados, la SSC se adelantó a detenerlos con drogas, sin permitir avanzar en la investigación conforme al protocolo para menores, lo que derivó en su liberación.

Recortar el flujo de dinero
Los elementos de la PDI también criticaron la falta de intervención de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) para rastrear los flujos de dinero de estos grupos. Aseguran que no se trazan hipótesis ni se sigue el rastro financiero que permitiría identificar la estructura económica de los cárteles, ni el uso de cuentas bancarias para la compra de estupefacientes.

Además, denuncian que los mandos policiales frenan las investigaciones más profundas por prejuicios respecto a los lugares donde podrían estar los líderes criminales: “No creen que en las casas de zonas residenciales se encuentren los líderes de los cárteles”, afirmó uno de los agentes entrevistados por el diario La Crónica.