El nombre de Emiliano Rodríguez González ha resurgido siete años después del crimen que conmocionó a una comunidad entera. A los 17 años, le disparó en la cabeza a su mejor amigo, Kevin Atzin Miranda Fonseca, dentro de su propia casa en Condado de Sayavedra, Estado de México (Edomex).
Tras años de litigio, un tribunal especializado lo declaró culpable de homicidio doloso y dictó una sentencia firme; sin embargo, al día de hoy, Emiliano no está en prisión: sigue sin cumplir su condena y está matriculado en la Universidad Anáhuac del Norte como alumno activo.
Emiliano Rodríguez buscó disfrazar el asesinato de su mejor amigo
El asesinato ocurrió en noviembre de 2018, cuando ambos adolescentes estudiaban en colegios particulares y compartían una estrecha amistad. Kevin jugaba futbol americano y acababa de disputar una semifinal cuando decidió pasar la noche en casa de Emiliano.
A la mañana siguiente, el padre de Emiliano contactó a los padres de Kevin para informarles que su hijo había sufrido un accidente. Inicialmente, se habló de un asalto como causa del incidente, pero la investigación desmoronó esa versión. Fue Emiliano quien, en un acto deliberado, accionó el arma y disparó a Kevin en la cabeza, arrebantándole la vida de manera brutal.
La justicia, frenada por influencias: padres de Emiliano Rodríguez movieron hilos para evitar su condena
Durante el largo proceso legal, el caso escaló hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), una instancia poco común para juicios de adolescentes. De acuerdo con la familia Miranda Fonseca, esto fue resultado directo de las influencias y contactos del padre de Emiliano Rodríguez, quien habría hecho todo lo posible para evitar que su hijo fuera declarado culpable del frío asesinato de su mejor amigo, Kevin Miranda.
El caso se trató bajo el Sistema de Justicia Penal para Adolescentes, pero la sentencia dictada en 2025 fue firme e inapelable: cuatro años, cuatro meses y 15 días de reclusión en el centro para menores “Quinta del Bosque”, en Zinacantepec.
También se le ordenó pagar una reparación del daño por 175 mil pesos. El 4 de abril, la jueza del caso le dio cinco días hábiles para presentarse de forma voluntaria a cumplir su condena. Emiliano nunca se presentó y su paradero es desconocido.
Aunque la SCJN no revirtió la sentencia condenatoria, su intervención retrasó el cumplimiento de la pena durante años, generando aún más frustración en la familia de la víctima, que señala un trato desigual en el acceso a la justicia.
¿La Anáhuac del Norte protege a los asesinos?
Uno de los elementos que más indignación ha generado en la familia de Kevin es que Emiliano Rodríguez González sigue inscrito como estudiante en la Universidad Anáhuac del Norte.
La madre de Kevin, Sonia Fonseca, confirmó a Publimetro México que la institución reconoció verbalmente la matrícula activa de Emiliano, pero no ha emitido ningún posicionamiento público.
La familia exige que la universidad coopere con las autoridades y brinde información que ayude a su localización. Hasta el momento, la Fiscalía del Estado de México tampoco ha emitido ficha de búsqueda, a pesar de que la Ley Nacional de Ejecución Penal permite girar una orden de reaprehensión cuando un sentenciado incumple con su presentación voluntaria.
A través de redes sociales, los padres de Kevin han lanzado una campaña pública para exigir justicia. “No puede quedar impune el caso de mi hijo. Hoy me siento impotente al ver que las autoridades no hacen nada. Capturen a Emiliano Rodríguez”, escribió Sonia Fonseca en una publicación reciente.
A sus casi 24 años, Emiliano ya no cuenta con ninguna protección legal como menor de edad. Su nombre puede ser difundido públicamente y las autoridades tienen la facultad de localizarlo, detenerlo y hacer que cumpla su condena. Sin embargo, hasta hoy, ni el Poder Judicial ni la universidad han respondido a las múltiples solicitudes de información hechas por la familia Miranda Fonseca.
