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Video de orcas varadas en piscinas llenas de algas desata preocupación

Nacidas en cautiverio, Wikie y Keijo enfrentan un futuro incierto tras el cierre del parque que los albergaba. Un santuario marino costaría hasta 3 millones de euros anuales para mantener a estos cetáceos.Un video publicado en línea de dos orcas nadando en círculos en una piscina infestada de algas en el sur de Francia ha provocado una nueva ola de preocupación mundial por los cetáceos Wikie, de 24 años, y su cría de 11 años, Keijo.

Legislación francesa y cierre del parque marino

Francia ha estado luchando para encontrar un nuevo hogar para madre e hijo después de que su propietario, un parque marino en la Riviera Francesa, cerrara debido a una ley que prohíbe los espectáculos con mamíferos marinos.

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Fundado en la ciudad de Antibes en 1970, Marineland cerró al público en enero tras una caída en la asistencia y la ley de 2021.

En febrero, la dirección del parque presentó una solicitud para transferir urgentemente a las dos orcas – también conocidas como ballenas asesinas– y 12 delfines a dos parques en España, pero el traslado fue bloqueado por las autoridades españolas que afirmaron que las instalaciones no estaban adaptadas para ellos.

"La situación en Marineland Antibes es una emergencia", dijo la ONG TideBreakers con sede en Canadá en una publicación en redes sociales después de publicar el video.

"Dejarlos en una instalación cerrada, confinados en un tanque deteriorado y decrépito, simplemente no es una opción", añadió.


Si las dos orcas enfermaran, "probablemente serán sacrificadas o sucumbirán al deterioro del entorno".

El video, grabado con un dron a principios de este mes, muestra a las dos orcas y delfines en tanques cuyos bordes están verdes por las algas, en medio de instalaciones previamente utilizadas para otros animales marinos en agua salobre.

Debate sobre el mantenimiento de las instalaciones y bienestar animal

Contactada por AFP, la dirección del parque dijo que las piscinas de orcas y delfines seguían bien mantenidas y que unos 50 empleados seguían trabajando por el bienestar de los animales.

Las algas visibles en las imágenes eran un fenómeno normal, explicó, aclarando que los poros de algas presentes en el agua de mar filtrada que llena las piscinas se desarrollaban cada primavera a medida que el agua se calienta.

No eran dañinas para los animales y se eliminaban regularmente mediante cepillado, según la dirección.


Esta explicación fue respaldada por Mike Riddell, quien dirigió el parque durante 26 años antes de ser despedido en un cambio de propiedad en 2006.

Fotografías de AFP tomadas en mayo de 2020 durante una visita de prensa mostraban algas finas similares cubriendo los bordes de la piscina.

Pero el metraje de TideBreakers provocó fuertes reacciones que, según la dirección del parque, incluso incluyeron amenazas de muerte contra el personal.

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Los funcionarios dijeron que comparten las preocupaciones de la ONG, pero los intentos del parque de encontrar una solución de emergencia junto con el personal de la ministra de medio ambiente de Francia, Agnes Pannier-Runacher, no han dado resultado.

Búsqueda de soluciones: Hacia un santuario marino para cetáceos

Contactados por AFP, funcionarios del ministerio dijeron que las autoridades estaban "asegurando que los animales continúen alojados en buenas condiciones, a la espera de su futuro destino", y que el parque estaba buscando "soluciones alternativas" para avanzar.

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Tras la decisión de prohibición española, Marineland había esperado transferir las orcas a un parque en Japón. Pero el traslado fue bloqueado por el gobierno francés, que exigió una transferencia a un parque europeo con estándares de bienestar más altos.

Pero una solución que involucraba a la única instalación de este tipo, en Tenerife, España, fue vetada el mes pasado por el gobierno español, que dijo que las instalaciones allí "no cumplían con los requisitos", según funcionarios franceses.

ONGs como One Voice y Sea Shepherd han solicitado permiso para enviar especialistas a Marineland para verificar el estado de las orcas.

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Nacidos en cautiverio, los dos mamíferos son incapaces de sobrevivir solos.

A largo plazo, el ministerio francés y las ONGs están de acuerdo en que se debería establecer un santuario marino donde las orcas y los delfines pudieran ser cuidados en condiciones semi-salvajes.

Tal solución costaría de dos a tres millones de euros (2,2-3,3 millones de dólares) por año, según Riddell.

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Se estima que Wikie y Keijo todavía tienen décadas de vida por delante, bajo condiciones adecuadas.

FEW (AFP, TideBreakers)

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