El impuesto de 3.5% al envío de remesas, que pretende imponer el gobierno de Estados Unidos, es una amenaza grave para la economía de una docena de entidades federativas ubicadas en México.
En particular, existen siete estados mexicanos que pueden entrar en crisis financiera, si los envíos de dólares hacia el país se detienen, disminuyen o interrumpen por causa de dicho gravamen, que forma parte de una reforma fiscal que impulsa el presidente Donald Trump.
Un informe del Grupo Financiero BASE alertó que existen varias entidades del país donde las remesas rondan o superan 10% del Producto Interno Bruto (PIB) local; es decir, de todo el dinero disponible, que las familias receptoras gastan en alimentos, educación, vestido y servicios básicos.
Pero hay otro grupo de estados que reciben más de 11%, más de 13% y más de 14% del PIB de la región, que tendrían afectaciones graves si el impuesto estadounidense a las remesas se aprueba de forma definitiva en e, Congreso de EE. UU. y afecta el flujo de recursos hacia esas entidades.
Ello, debido a hasta 80% o 90% de los dólares, que llegan desde Estados Unidos, son recursos que financian el gasto corriente o las necesidades básicas de las familia mexicanas receptoras.
Y, al mismo tiempo, son parte de los ingresos de los comercios, negocios y entidades de gobierno donde los beneficiarios gastan las remesas y hasta cubren el costo de servicios públicos e impuestos.
7 estados más vulnerables al impuesto de remesas
El Grupo Financiero BASE reportó que los siete estados de México con la mayor proporción del PIB por remesas y, por lo tanto, mayor riesgo de entrar en crisis por la eventual afectación del impuesto de 3.5%, que trata de imponer EE. UU., son:
- Chiapas: 14.31% del PIB
- Guerrero: 13.76% del PIB
- Michoacán: 11.06% del PIB
- Zacatecas: 10.80% del PIB
- Oaxaca: 9.52% del PIB
- Nayarit: 7.21% del PIB
- Guanajuato: 6.65% del PIB