En el recién inaugurado Museo Fénix de Rotterdam, las obras de arte cuentan historias de migración.Las grandes emociones que acompañan al fenómeno de la migración son coraje, esperanza, confianza, pero también la nostalgia, el miedo y el dolor por la despedida. En el nuevo museo de arte Fénix, que abrió sus puertas en Rotterdam a mediados de mayo, todas ellas encuentran espacio y expresión.
Especialmente llamativa es una estructura en forma de espiral, que reluce de forma espectacular sobre el tejado. Se trata de una escalera de acero inoxidable que serpentea por el centro del edificio como una doble hélice retorcida y que, por su aspecto, recibe el nombre de "tornado". Un mirador corona el intrincado "tornado" en el tejado, que ofrece una vista espectacular sobre el río Maas y la ciudad de Rotterdam.
El "tornado" evoca el movimiento
Los visitantes pueden elegir entre distintas rutas para ascender. Según el arquitecto chino Ma Yansong, su diseño es una metáfora de la migración y el movimiento. "Esencialmente, hemos creado un viaje lineal que te lleva arriba y abajo", dice Yansong. Está pensado para toparse con otros visitantes en las escaleras, una especie de lugar de encuentro para desconocidos que forma parte del concepto.
Por otro lado, la orientación vertical del "tornado" contrasta deliberadamente con la horizontalidad del edificio que alberga el museo. El edificio está ubicado en un antiguo almacén de la compañía naviera Holland-America Line de 1923, un lugar altamente simbólico. Desde finales del siglo XIX, varios millones de personas emigraron desde Europa hasta Norteamérica desde los muelles circundantes.
Arte en el antiguo almacén inundado de luz
Al entrar en el antiguo almacén, nos encontramos en un moderno museo inundado de luz, con varias exposiciones centradas en el tema de la migración. Un tema que tiene una gran carga política y que se asocia con muchos estereotipos.
Aquí, sin embargo, la atención se centra en otra cosa, dice la directora del museo, Anne Kremers. "La migración forma parte de nuestra naturaleza humana. Mientras existamos como seres humanos, nos movemos, nos desplazamos, y siempre será así", explica a DW. El museo quiere mostrar que la migración es "atemporal y universal, pero, sobre todo, muy personal". Muchos de los artistas expuestos han incorporado sus experiencias personales a sus obras.
Experiencias personales
Por ejemplo, la artista surcoreana Kimsooja, que vivió una infancia llena de mudanzas por ser hija de un soldado. Su obra "Bottari-Truck- Migrateurs", de 2007, es un colorido testimonio de aquella experiencia. Varias docenas de bultos de colores se apilan en un viejo camión de cajas abiertas, sujetas con telas, que se utilizan tradicionalmente en Corea para transportar objetos.
Los cerca de 150 objetos expuestos en la muestra "Todas las direcciones" abordan el tema de la migración de diversas maneras. Además de objetos de temática muy viva, como un barco donado por la aduana del puerto de Lampedusa, hay obras con una referencia más sutil a la migración.
Hay tanto arte contemporáneo, como piezas históricas. Por ejemplo, el museo expone un retrato de Desiderius Erasmus -oriundo de Rotterdam y cosmopolita por excelencia- realizado por el pintor del siglo XVI Hans Holbein el Joven. Se trata de una obra hasta hace poco desconocida.
Llama especialmente la atención "The Bus", de 1995, obra del artista estadounidense Red Grooms. El visitante puede subirse a un autobús neoyorquino para unirse a varios pasajeros de aspecto excéntricos concebidos en la estética pop art.
Un laberinto de maletas que narra historias reales
El Museo Fénix ha reunido unas dos mil maletas. Abdelkader Benali, que trabaja como conservador en el Museo Fenix y es escritor, subraya a DW la importancia de las maletas para los emigrantes. Detrás de cada una hay una historia de migración personal, a menudo desgarradora: "Normalmente se trata de buscar un futuro mejor, lleno de esperanza y optimismo. Pero también del sacrificio de abandonar a tu familia, dejar atrás a tus seres queridos, decir adiós y quizás no volver nunca más", dice Benali.
Una de las maletas más antiguas pertenecía a Willemine, que se trasladó a China en 1898 tras casarse. Pero, cuando su matrimonio fracasó, regresó a Holanda con sus cuatro hijos en el ferrocarril transiberiano en 1911. Su nieto donó la maleta al museo. La maleta simboliza la fuerza y la independencia de Willemine, que también participó en el movimiento feminista.
Grandes emociones capturadas para la eternidad
El lado emocional de la emigración también se documenta en la exposición fotográfica "La familia de los emigrantes". Se exhiben fotografías procedentes de 55 países, que tratan sobre despedidas, llegadas, viajes y amor.
Según el museo, las fotos proceden de archivos, museos, bases de datos, así como de redes sociales y periódicos. Con su emotivo enfoque del tema de la migración, el Museo Fénix crea una perspectiva fresca sobre uno de los temas más polarizantes de nuestro tiempo. Ofrece espacio para los sentimientos, las ideas y las experiencias. y, al centrarse en las personas, fomenta la empatía sin ser pedagógico. La arquitectura y el arte se expresan por sí mismos.
(ms/cp)