La Misión de Observación Electoral de la OEA (MOE/OEA) emitió un informe crítico tras la elección extraordinaria del Poder Judicial celebrada el pasado 1 de junio en México.
Aunque reconoció el clima de tranquilidad y el trabajo del personal electoral, la misión —encabezada por el ex canciller chileno Heraldo Muñoz— expresó una profunda preocupación por la baja participación ciudadana, estimada en apenas 13%, una de las más bajas en la región.
Falta de debate y candidaturas cuestionadas
La elección, sin precedentes en el mundo por su magnitud, permitió a la ciudadanía elegir a más de 880 jueces, magistrados y ministros en todo el país, incluyendo integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Tribunal Electoral, y el recién creado Tribunal de Disciplina Judicial. También se realizaron elecciones locales en 19 entidades.
La Misión advirtió que la reforma constitucional que dio pie a esta elección fue apresurada y sin el debate técnico y plural necesario. Académicos y representantes del Poder Judicial expresaron su rechazo al nuevo modelo, señalando que no se establecieron requisitos rigurosos para los candidatos, pese a la importancia de los cargos en disputa.
Además, durante el proceso se detectaron denuncias contra aspirantes por supuestos vínculos con el crimen organizado, lo que llevó al Congreso a pedir la cancelación de 26 candidaturas. Sin embargo, estas solicitudes no prosperaron antes de la jornada electoral.
Votación compleja y comunicación deficiente
La misión reportó que el proceso de votación fue lento y confuso, con ciudadanos demorando hasta 20 minutos —y en algunos casos hasta una hora— para emitir su voto. A esto se sumó un modelo de comunicación restrictivo que impidió a la ciudadanía conocer adecuadamente a los postulantes.
Finalmente, la MOE/OEA no recomendó replicar este modelo en otros países y llamó a revisar el esquema actual, subrayando que toda reforma judicial debe ser gradual, técnica y profundamente discutida.