En un giro drástico en el conflicto en Medio Oriente, Estados Unidos realizó un ataque militar directo contra tres instalaciones nucleares clave en Irán: Fordow, Natanz e Isfahán.
La operación fue anunciada oficialmente por el presidente Donald Trump a través de su red Truth Social, en lo que representa la entrada abierta de Washington al conflicto armado con Teherán.
En un giro drástico en el conflicto en Medio Oriente, Estados Unidos realizó un ataque militar directo contra tres instalaciones nucleares clave en Irán: Fordow, Natanz e Isfahán. La operación fue anunciada oficialmente por el presidente Donald Trump a través de su red Truth Social, en lo que representa la entrada abierta de Washington al conflicto armado con Teherán.
“Hemos completado nuestro exitoso ataque a las tres instalaciones nucleares de Irán, incluyendo Fordow, Natanz e Isfahán”, escribió Trump, añadiendo que “una carga completa de bombas fue lanzada sobre la instalación principal, Fordow”. Además, confirmó que todos los aviones regresaron sanos y salvos, en una aparente muestra de fuerza y eficacia militar.
El mandatario celebró el resultado de la operación afirmando: “¡Felicitaciones a nuestros grandes guerreros estadounidenses! Ningún otro ejército en el mundo podría haber hecho esto. ¡Ahora es la hora de la paz!”.
¿Realmente será la hora de la paz?
Sin embargo, lejos de acercarse a un posible alto al fuego, la respuesta iraní ha sido inmediata y contundente. El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria iraní emitió un comunicado asegurando que “la guerra ha comenzado para nosotros”, y advirtió que Estados Unidos debe “esperar un castigo severo”. En su mensaje, la Guardia Revolucionaria afirmó: “Atacaremos todos los intereses estadounidenses en el Medio Oriente”.
Este ataque ocurre en el contexto de una escalada que se intensificó desde el 13 de junio, cuando Israel inició una serie de bombardeos contra el programa nuclear iraní. Durante días, la administración Trump se mantuvo al margen, limitándose a advertencias, hasta que este 21 de junio decidió intervenir militarmente.
Según fuentes de defensa, la ofensiva estadounidense habría utilizado bombarderos B-2 Spirit, capaces de transportar bombas “bunker buster” de 30 mil libras, diseñadas para perforar instalaciones subterráneas altamente protegidas, como es el caso de Fordow, ubicada dentro de una montaña.
Aunque Trump concluyó su anuncio con un llamado simbólico a la paz, la situación en la región está lejos de calmarse. Analistas advierten que el conflicto podría extenderse rápidamente, involucrando a otros actores regionales y generando una respuesta militar directa por parte de Irán y sus aliados.