La tragedia en Barrio Nuevo sigue dejando historias desgarradoras. Un bebé de un año perdió un ojo por los disparos recibidos durante la masacre, mientras su madre murió al protegerlo con el cuerpo en la puerta de su casa.
El saldo mortal del ataque subió a 12 personas fallecidas y al menos 20 heridas. La comunidad aún no se recupera del impacto de una noche que debía ser de fiesta y acabó teñida de sangre.
Una madre murió cubriendo a su bebé
Entre las víctimas de la masacre ocurrida durante la fiesta patronal de San Juan en Irapuato, Guanajuato, se encuentra una mujer que fue asesinada al intentar proteger a su hijo de tan solo un año. De acuerdo con el periodista Javier Alatorre, la madre cayó abatida en la puerta de su casa, mientras cubría con su cuerpo al pequeño, quien sobrevivió, pero perdió un ojo por los disparos.

El ataque ocurrió en la colonia Barrio Nuevo la noche del martes, cuando un grupo armado irrumpió en plena celebración comunitaria y disparó indiscriminadamente contra los asistentes.
Las víctimas eran hombres, mujeres y menores que participaban en una fiesta con música en vivo, comida y ambiente familiar. La tragedia fue captada en video por asistentes y por una transmisión en vivo de la banda que amenizaba el evento.
Suben las cifras de víctimas y continúa el despliegue
Hasta ahora, el número de muertos subió a 12 y el de heridos supera los 20, según confirmó el secretario de Seguridad Ciudadana de Irapuato. En el sitio continúa el resguardo de fuerzas estatales y federales, aunque no se ha informado de detenidos.
Elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, el Ejército, Guardia Nacional y las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado (FSPE) mantienen un operativo en la zona. Mientras tanto, personal del Centro de Atención Integral a Víctimas (CAIV) brinda apoyo psicológico y jurídico a los familiares.
La Fiscalía General del Estado de Guanajuato lleva las investigaciones para esclarecer los hechos. La violencia registrada ha generado una profunda conmoción en la ciudad, sobre todo por las víctimas civiles y menores de edad que pagaron con la vida —o con heridas permanentes— el precio de un ataque sin justificación.