Las lluvias intensas del mes de junio de 2025 convirtieron las calles en ríos. Encharcamientos, fallas en el Metro, cortes de luz y autos varados marcaron la escena en distintas alcaldías en la Ciudad de México (CDMX).
Aunque muchas veces se culpa a la basura como causa de las inundaciones, la realidad es más profunda: la CDMX se está hundiendo a un ritmo de hasta 30 cm por año, lo que agrava el problema hidráulico de forma estructural.
Hundimiento acelerado que agrava las inundaciones en CDMX
Este fenómeno, llamado subsidencia, ocurre principalmente en alcaldías como Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc, Venustiano Carranza y Tláhuac. La extracción excesiva de agua del subsuelo es la principal causa, según expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El hundimiento cambia la pendiente natural del terreno, por lo que el drenaje profundo construido hace décadas ya no funciona correctamente. El agua de lluvia no puede circular ni drenarse como se diseñó originalmente.
Suelo arcilloso y drenaje obsoleto: la mezcla perfecta para inundaciones
La CDMX está asentada sobre un antiguo lago, lo que significa que el suelo es mayormente arcilloso y poco permeable. Esto dificulta que el agua se filtre al subsuelo y provoca acumulaciones cuando llueve con intensidad.
Además, la infraestructura hidráulica está deteriorada y con falta de mantenimiento. La basura sí contribuye a tapar coladeras, pero no es la única ni la principal causa de las inundaciones constantes.
Mientras la ciudad siga hundiéndose y el drenaje no funcione adecuadamente, cada temporada de lluvias traerá más inundaciones. Limpiar las calles es necesario, pero insuficiente. Se requieren acciones integrales para reducir la extracción de agua y modernizar la red hidráulica.