El Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro de la Ciudad de México anunció este martes el cierre total del tramo Los Reyes–La Paz de la Línea A, luego de que un movimiento diferencial inesperado causara la sobretensión de cables eléctricos y la deformación de cinco postes de soporte.
El problema no fue menor. El director del Metro, Adrián Rubalcava, acudió personalmente a la zona afectada para informar sobre el estado crítico del sistema, mostrar los daños y confirmar que el servicio no se restablecerá durante el inicio de operaciones.
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¿Qué es un movimiento diferencial y cómo afecta al Metro?
En términos simples, un movimiento diferencial ocurre cuando el terreno se hunde o se desplaza de forma irregular o no uniforme, provocando que diferentes puntos de una misma estructura se desalineen o deformen. En la Ciudad de México, este tipo de fenómeno es común en las zonas con alta subsidencia por la sobreexplotación del acuífero, como el oriente de la ciudad.
En este caso, el movimiento afectó directamente la infraestructura que alimenta de energía a los trenes: la catenaria, un sistema de cables suspendidos que requiere estar perfectamente tensado. Al alterarse el terreno, se generó una sobretensión que terminó reventando los cables y torciendo cinco postes metálicos.
“Pueden imaginar las toneladas que soportan estos postes para que se hayan tenido que doblar de esta manera”
— Adrián Rubalcava, director general del STC Metro
Cierre parcial, pero con afectación total en tramo final
El director del STC informó que el resto del servicio —entre Pantitlán y Santa Marta— opera con normalidad. Sin embargo, la interrupción entre Los Reyes y La Paz representa un problema para miles de personas que diariamente usan ese tramo para entrar o salir de la ciudad por el oriente.
Rubalcava adelantó que será necesario reemplazar los postes dañados, retensar completamente los cables y hacer una inspección estructural profunda antes de reanudar operaciones. La reactivación del servicio podría tomar varias horas o incluso días, dependiendo del nivel de afectación subterránea.
Presencia de fallas geológicas ya había sido advertida
Aunque no es la primera vez que se reportan problemas por subsidencia en el Metro, esta es una de las pocas ocasiones en que el STC reconoce públicamente que una deformación del terreno provocó una falla estructural.
Estudios de la UNAM y del Instituto de Geofísica ya habían advertido sobre la vulnerabilidad de la Línea A ante hundimientos diferenciales, y habían sugerido reforzar tramos estratégicos para evitar accidentes.
¿Puede repetirse en otras líneas?
Sí. Las líneas construidas en zonas de suelo lacustre, como la Línea 9, la 12 y la A, están particularmente expuestas a este tipo de fenómenos. Si no se hace un mantenimiento preventivo que considere estos factores geológicos, el riesgo de fallas mayores o accidentes podría aumentar.
Por ahora, el llamado de las autoridades es a la paciencia. Los trabajos continuarán durante toda la madrugada con personal especializado en alta tensión, vías, incidentes y seguridad industrial.
“Estaremos informando del avance de los trabajos por los canales oficiales”, concluyó Rubalcava.