En medio de señalamientos por presuntos vínculos con el Cártel de Sinaloa, la diputada de Morena, Araceli Brown Figueredo, fue increpada por la exdiputada María Elena Pérez-Jaén Zermeño, quien le exigió: “¡Solicite licencia!”.
La petición ocurrió tras conocerse que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a “Los Mayos”, una facción del Cártel de Sinaloa, señalando también a personas y empresas vinculadas a una red de lavado de dinero con base en Playas de Rosarito, Baja California, donde Brown fue alcaldesa.
En respuesta, Brown rechazó las acusaciones y calificó de sorprendente el señalamiento en su contra: “Desconozco de qué se trata, no he recibido ninguna notificación, para mí es algo que me tiene sorprendida, no tengo tampoco las cuentas bloqueadas, ya hice unas transferencias de pagos cotidianos”.
“¡Señora, no me acose!”: el cruce en San Lázaro
En ese contexto, este jueves, durante el intercambio en la Cámara de Diputados, la exdiputada María Elena Pérez-Jaén Zermeño abordó a Brown diciéndole que para que haga frente a las acusaciones solicite licencia; la morenista respondió que no tiene por qué hacerlo, ya que “el que nada debe, nada teme” y posteriormente, con una frase que marcó el tono del momento: “¡Señora, no me acose!”
Reporteros que presenciaron el momento continuaron cuestionando a la legisladora, sobre si sus cuentas ya están bloqueadas y que si la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) ya se puso en contacto con ella.
Previo a este encuentro, la morenista aseguró ante medios que hace pocos días viajó a Estados Unidos sin ningún tipo de restricción, lo que, según ella, contradice las versiones que afirman que sus cuentas han sido bloqueadas por autoridades de ese país.
Brown recalcó que se enteró de la supuesta sanción por medio de la prensa, y hasta ahora no ha recibido notificación formal por correo, mensaje u otro medio oficial.
Según el Departamento del Tesoro, la red vinculada con “Los Mayos” incluye a personas con nexos políticos, entre ellas la exalcaldesa morenista. Las sanciones forman parte de una estrategia para desmantelar operaciones financieras del narco desde puntos turísticos como Rosarito.