Andy López Beltrán, secretario de Organización de Morena e hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), reapareció este viernes en la escena política con una gira de trabajo por Coahuila. Su visita incluyó las tres ciudades más importantes del estado, Torreón, Saltillo y Monclova, en el marco de los preparativos para la renovación del Congreso local en 2026.
Este regreso público ocurre después de varias semanas de mantener un perfil discreto. López Beltrán había estado ausente de eventos relevantes del partido, como las giras de trabajo de la dirigente Luisa Alcalde o el reciente consejo nacional de Morena celebrado en la Ciudad de México.
A través de sus redes sociales, el morenista explicó el propósito de su gira: “De gira por el Estado de Coahuila visitamos las 3 ciudades más pobladas: Torreón, Saltillo y Monclova. Evalué el trabajo de nuestros coordinadores y reforzamos esfuerzos para cumplir con nuestras metas organizativas de este año”.
Polémica por la obra de Kusama sigue presente
La reaparición de Andy se produce en medio de la controversia generada por la compra de una obra de la artista japonesa Yayoi Kusama, revelada por el periodista Carlos Loret de Mola a través del portal Latinus. Según el reportaje, el hijo del exmandatario adquirió en marzo de 2024 una serigrafía de Kusama por un valor de 30 mil dólares (alrededor de 500 mil pesos), durante un viaje a Japón.
La obra fue comprada en la galería Manabia Fine Arts de Tokio y enviada al departamento ubicado en la calle Odontología 57 en Copilco, Ciudad de México, propiedad que AMLO habría heredado a sus hijos.
La pieza, una serigrafía de estilo abstracto con patrones de puntos, típicos de la artista, forma parte de las series Infinity Nets o trabajos puntillistas de los años 90. La transacción fue documentada en la base de datos internacional Trade Atlas y ha sido señalada como contradictoria con el discurso de “austeridad republicana” que promovió AMLO durante su sexenio.
Morena lo respalda, oposición exige investigar
La noticia generó reacciones inmediatas en redes sociales; algunos usuarios criticaron la compra como un acto de hipocresía, mientras que otros ironizaron con supuestos planes de Andy para vender la obra y donar el dinero a damnificados por inundaciones, versión no confirmada.
Morena respondió a la polémica acusando a Latinus de lanzar “un ataque conservador”. Argumentaron que la compra fue legal, personal y que las normas de austeridad aplican a funcionarios públicos, no a familiares. Aunque Andy no ha hecho declaraciones directas, en el pasado ha negado cualquier irregularidad.
Por su parte, los partidos de oposición PRI y PAN exigieron que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) investigue el origen del dinero utilizado para la adquisición.