La tarde de este martes, un video difundido en redes sociales mostró el momento en que la presidenta Claudia Sheinbaum fue acosada y manoseada por un hombre mientras convivía con simpatizantes en el Zócalo de la Ciudad de México.
En las imágenes, compartidas por la cuenta Libro Negro en la red social X, se observa a la mandataria saludando y tomándose fotografías con ciudadanos cuando un sujeto, en aparente estado de ebriedad, se aproxima por detrás y la abraza de manera inapropiada.
Mientras Sheinbaum miraba hacia una cámara para posar, el hombre la tomó por la espalda e intentó besarla, realizando tocamientos indebidos cerca del pecho. De inmediato, la presidenta reaccionó con calma, se apartó y continuó saludando a otros asistentes, mientras su equipo de seguridad intervenía para retirarlo.
La escena, de apenas unos segundos, provocó una ola de indignación y reclamos por la falta de protocolos de protección adecuados.
Fin del Estado Mayor Presidencial: ¿un vacío en la seguridad del poder?
El incidente ha abierto una pregunta central: ¿quién protege realmente a la presidenta de México?
Tras la desaparición del Estado Mayor Presidencial (EMP) en 2018, un cuerpo militar élite encargado de la seguridad del presidente, su familia y sus instalaciones, las funciones fueron asumidas por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), pero con un número mucho menor de efectivos.
Actualmente, la seguridad de la mandataria recae en el Cuerpo de Guardias Presidenciales, una división de la Sedena dedicada a proteger al Ejecutivo y sus residencias oficiales.
En su toma de protesta, tres mujeres cadetes del Heroico Colegio Militar integraron la escolta de honor, marcando un hecho histórico y simbólico para la representación femenina en las fuerzas armadas.
Entre la confianza en el pueblo y los riesgos del contacto directo
El expresidente Andrés Manuel López Obrador y ahora la presidenta han sostenido la idea de que “el pueblo los cuida”, priorizando el contacto directo con la ciudadanía sobre los cercos de seguridad. Sin embargo, el episodio del Zócalo reabre la discusión sobre los límites entre cercanía y vulnerabilidad.
Hasta el momento, ni la Presidencia de la República ni la Secretaría de Seguridad Ciudadana han emitido una postura oficial sobre el incidente. Pero el video sigue circulando, y con él, una pregunta que resuena más fuerte que nunca: ¿Quién debe cuidar a quien representa a toda una nación?

