La tensión entre Estados Unidos y Venezuela escaló de forma abrupta luego de que el presidente Donald Trump enviara un ultimátum directo a Nicolás Maduro para abandonar el país en un plazo de una semana, según informes de Reuters.
De acuerdo con fuentes citadas por la agencia, durante una llamada sostenida el 21 de noviembre, Maduro habría pedido amnistía total, retiro de sanciones para él y su círculo cercano, así como frenar procesos en la Corte Penal Internacional. También habría propuesto que Delcy Rodríguez encabezara una eventual transición.
Sin embargo, Trump rechazó todas las exigencias. Según el reporte, el presidente estadounidense solo ofreció un salvoconducto inmediato para que Maduro dejara Venezuela bajo garantías de seguridad para él y su familia.
“Si no sale, habrá consecuencias”
El ultimátum habría vencido sin que Maduro abandonara el poder. Tras ello, Trump declaró que el espacio aéreo venezolano debía considerarse “cerrado en su totalidad”, una afirmación que provocó una respuesta inmediata de Caracas, que calificó la advertencia como una “amenaza directa”.
Medios como ABC y The Guardian reportaron que esta escalada se suma a un período de presiones que incluye sanciones económicas, recompensas elevadas por altos funcionarios venezolanos y el reforzamiento de la presencia militar estadounidense en la región.
Washington endurece su postura
Aunque la Casa Blanca no ha publicado un comunicado detallado sobre los términos de la llamada, la información difundida por Reuters indica que Estados Unidos considera agotada la vía diplomática si Maduro insiste en permanecer en el poder bajo condiciones que Washington califica de “inaceptables”.
La situación abre un nuevo capítulo en la relación bilateral, ahora marcada por advertencias, plazos vencidos y el riesgo de una confrontación aún mayor.