El peso mexicano inició la jornada en torno a 18.30 unidades por dólar, mostrando una apertura estable pero marcada por la expectativa en torno a la publicación de la inversión fija bruta de septiembre, uno de los indicadores más relevantes para evaluar el enfriamiento económico en el país.
Información de Felipe Mendoza, CEO IMB Capital Quants, indica que el consenso del mercado anticipa nuevas caídas 7.7% anual y -1.5% mensual, aunque se espera que estas disminuciones sean menos pronunciadas que las observadas en agosto.
Inversión fija bruta: el dato que podría mover al mercado cambiario
Un resultado menos negativo de lo previsto, o incluso positivo, enviaría una señal de que la contracción en la inversión podría estar tocando fondo. Ese escenario favorecería al peso mexicano, al reducir la probabilidad de una desaceleración económica más profunda en 2026.
Además, una sorpresa al alza sería interpretada como evidencia de que el nearshoring sigue impulsando a ciertos sectores, lo que daría soporte tanto al MXN como a la bolsa local.
Por el contrario, un dato más débil que el esperado reforzaría la narrativa de que la economía enfrenta un ciclo prolongado de debilidad, lo que limitaría la apreciación reciente del peso y obligaría a los inversionistas a replantear sus perspectivas de crecimiento y de política monetaria.
Indicadores económicos reflejan cautela: manufactura, IED y remesas retroceden
La cautela del mercado se sustenta en diversos indicadores recientes. La confianza empresarial manufacturera cayó a 48.4 puntos, su nivel más bajo en siete meses y con nueve meses consecutivos en zona de pesimismo, acompañado de una menor disposición a invertir.
En materia de inversión extranjera directa, la IED automotriz retrocedió 20% en el tercer trimestre. Desde la entrada en vigor del T-MEC, Estados Unidos ha captado 74% de la inversión automotriz total, impulsado por incentivos regulatorios, subsidios industriales y estrategias geopolíticas que continúan desplazando capital hacia el norte.
A nivel doméstico, las remesas cayeron 1.7% en octubre, uno de los retrocesos más relevantes del año. Si esta tendencia se mantiene, podría afectar el consumo de los hogares en los próximos meses.
Y aunque la encuesta de Banxico mantiene sin cambios la proyección de crecimiento para 2026, el panorama apunta a un avance moderado sin señales claras de aceleración.
Política económica y riesgos externos añaden presión al panorama financiero
En el frente político, la presidenta Claudia Sheinbaum presentó el programa Farmacias del Bienestar, parte de un paquete de gasto social que podría dinamizar la actividad de corto plazo, aunque persisten dudas sobre su sostenibilidad fiscal.
A nivel internacional, crece la atención sobre la audiencia pública en EE. UU. relacionada con la revisión del T-MEC rumbo a 2026, un proceso que podría generar volatilidad en sectores como energía, automotriz y manufactura avanzada.
A esto se suma un nuevo factor de riesgo: las recientes advertencias de Donald Trump de “atacar a cualquier país que facilite el tráfico de drogas”, un mensaje especialmente delicado para México dada su interdependencia con Estados Unidos en comercio y seguridad.
Perspectiva del peso: estabilidad condicionada a los datos económicos del día
El peso mexicano inicia la sesión con un sesgo de cautela moderadamente positiva, respaldado por su atractivo de carry, el posicionamiento favorable de inversionistas y un dólar global estable mientras el mercado espera nuevas señales de la Reserva Federal.
Sin embargo, la resiliencia del MXN dependerá en gran medida de que los datos de inversión no profundicen la narrativa de deterioro económico y de que no surjan tensiones adicionales en el ámbito regulatorio o geopolítico vinculadas al T-MEC.
Para la sesión, se anticipa un rango operativo entre 18.27 y 18.34 pesos por dólar, con movimientos determinados por la sorpresa que pueda generar la inversión fija bruta.