La entrega del primer Premio FIFA de la Paz 2025 al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha generado cuestionamientos debido al origen reciente del galardón y a la ausencia de criterios claros para determinar al ganador.
El reconocimiento fue otorgado este 5 de diciembre en Washington D.C., durante el sorteo final del Mundial 2026, en una ceremonia encabezada por Gianni Infantino. Aunque la FIFA señaló que el premio busca destacar acciones “excepcionales y extraordinarias por la paz”, la organización no ha transparentado ningún proceso de selección o nominación.
Un premio sin antecedentes
Según los comunicados oficiales de la FIFA, el Premio de la Paz fue creado para distinguir a personas que, gracias a su “inquebrantable compromiso”, hayan unido a las personas del mundo “en un espíritu de paz”.
La propia FIFA señala que este reconocimiento se entregará “en nombre de las 5000 millones de personas que aman el fútbol” y que su objetivo es visibilizar esfuerzos que promuevan esperanza global.
Sin embargo, la descripción del galardón no incluye un método verificable para determinar qué acciones califican como “excepcionales”, ni explica cómo se mide el impacto en la unidad mundial.
El premio tampoco existía antes de noviembre de 2025. La FIFA lo anunció apenas semanas antes de su entrega y no existe registro de ediciones anteriores, nominaciones abiertas o evaluaciones comparativas.
Además, la organización no ha publicado una lista de candidatos, el nombre de un jurado, criterios cuantificables, metodología de evaluación ni fechas de nominación. A falta de estos elementos, resulta imposible identificar en qué parámetros se basó la selección del ganador.
Sin lineamientos claros o un jurado independiente, el premio recae en decisiones internas de la FIFA, lo que ha impulsado el debate sobre su carácter político, especialmente al tratarse del presidente estadounidense que estuvo considerado al Premio Nobel de la Paz.

