Las fiestas decembrinas en la oficina son como un cóctel mal mezclado: un poco de ponche, demasiado tequila y un exceso de romances que nadie pidió. Según datos de Ashley Madison junto con YouGov, el 43% de los mexicanos ha tenido una relación romántica con un compañero de trabajo. Sí, casi la mitad de tu oficina podría estar en la lista de los traviesos, y no precisamente por robarse las galletas del coffee break.
El amor en tiempos de Excel
- 43% de los mexicanos confiesa haber tenido un affaire laboral
- En otros 11 países, la cifra apenas llega al 31%
- 55% asegura conocer a alguien que se besó (o algo más) en la fiesta de fin de año.
- 52% admite que lo hizo “porque la celebración se prestaba”
En resumen: las posadas corporativas son menos “espíritu navideño” y más “espíritu de tentación”.

El aguinaldo emocional
Mientras unos se llevan un electrodoméstico en la rifa, otros se llevan un beso prohibido… y quizá un chisme que durará más que el aguinaldo.
Las mujeres parecen más cautelosas: 24% afirma que jamás tendría una relación con un compañero de trabajo. Los hombres, en cambio, apenas un 17% dice lo mismo. Traducción: ellas piensan en las consecuencias, ellos piensan en el karaoke.
La oficina: campo minado de romances
La Navidad en la oficina puede unir a algunos, pero también deja claro que no todos están dispuestos a cruzar la línea. Porque sí, un beso bajo las luces navideñas puede sonar romántico… hasta que tu jefe lo ve en la cámara de seguridad.
Las relaciones laborales en fiestas decembrinas son el verdadero “Grinch” de la productividad:
- generan rumores
- complican dinámicas
- y convierten la cena de fin de año en un episodio de telenovela
Así que este diciembre, antes de brindar con tu compañero de cubículo, recuerda: el tequila se acaba, pero el chisme dura todo el año.

