Las autoridades de Perú intensificaron la vigilancia policial en los alrededores de la embajada de México en Lima para impedir un posible intento de fuga de la ex primera ministra Betssy Chávez, quien permanece asilada en la sede diplomática desde noviembre pasado.
El operativo fue reforzado desde la madrugada y mantiene un despliegue permanente de agentes en todos los accesos de la embajada, ubicada en el distrito de San Isidro, una de las zonas más resguardadas de la capital peruana.
El comandante general de la Policía Nacional del Perú, general Óscar Arriola, confirmó el incremento de efectivos y señaló que el número de agentes apostados en la zona se ha duplicado e incluso triplicado en los últimos días. Explicó que la medida responde al riesgo de que se aprovechen las celebraciones navideñas para intentar la salida de la exfuncionaria del país.
Betssy Chávez busca asilo en México
Chávez enfrenta cargos por su presunta participación en el intento del expresidente Pedro Castillo de disolver el Congreso, ocurrido en diciembre de 2022. Un juez peruano ordenó su detención con cinco meses de prisión preventiva, motivo por el cual ingresó a la residencia diplomática de México. La Fiscalía peruana solicita una condena de 25 años de cárcel en su contra por el delito de rebelión.
La ex primera ministra ya había estado bajo prisión preventiva entre junio de 2023 y septiembre de 2025, pero fue liberada luego de que el Tribunal Constitucional determinara que fue víctima de una detención arbitraria. No obstante, el juez Juan Carlos Checkley dictó nuevamente prisión preventiva al considerar que existe un riesgo real de fuga, derivado de su inasistencia al control biométrico y a audiencias judiciales.
Tensión diplomática entre Perú y México
El caso ha generado fricciones diplomáticas entre Perú y México. Tras el otorgamiento del asilo político a Betssy Chávez, el gobierno peruano rompió relaciones diplomáticas con México, mientras que el Congreso de Perú declaró persona non grata a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
La situación mantiene en tensión la relación bilateral y ha colocado el tema del asilo político y la inviolabilidad de las sedes diplomáticas en el centro del debate regional.