La instalación de rampas para personas con capacidades diferentes y adultos mayores, la reconstrucción de escalones que actualmente están desmoronándose, son algunas de las rehabilitaciones que requiere el Puente del Papa en Monterrey.
Por tal motivo, el Grupo Legislativo de PRI, a través de la diputada Perla Villarreal exhorta a Luis Donaldo Colosio Riojas, presidente municipal y al secretario de Servicios Públicos para que den mantenimiento a esta construcción que es un símbolo del centro de Monterrey.
“El Puente del Papa requiere ser rehabilitado, sus escalones se encuentran en situación crítica de desmoronamiento, lo que resulta un peligro para quienes transitan por el mismo ya que pueden resbalar o incluso caer en uno de los agujeros que se han formado debido al desgaste del material con que está hecho”, explicó Villarreal.
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Por estas afectaciones en la construcción, el puente se ha convertido en un espacio inseguro para transitar.
“Además de que no cuenta con las adecuaciones necesarias para que sea un espacio accesible para todos, pues no tiene rampas para que las personas con capacidades diferentes, así como las personas de la Tercera Edad que tengan la posibilidad de hacer uso del mismo”.
La Diputada del Distrito 4 detalló que desde su edificación hace 46 años, el “Puente del Papa”, ha servido a muchas familias de la colonia Independencia para que se puedan trasladar al centro de la Ciudad para llegar a sus trabajos.
Villarreal también solicitó que se informe y remita una copia del plan donde se detallen las acciones y los plazos de aplicación de rehabilitación del “Puente del Papa”.
¿Por qué se llama Puente del Papa?
Desde ahí, el 31 de 1979, en su primera visita a Monterrey, el Papa Juan Pablo II dirigió un mensaje a miles de personas reunidas en el lecho del Río Santa Catarina.
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Hasta ese entonces el lugar llevaba el nombre “oficial” de Puente San Luisito porque así se conocía en su momento la colonia Independencia en relación a que muchos de sus habitantes provenían de San Luis Potosí.
Uno de los grandes momentos de Juan Pablo II en el puente fue cuando uno de los trabajadores de Fundidora le colocó un casco con lentes de cobalto como los que usaban los empleados de la empresa.
