Ya pasaron las fiestas de Navidad y Año Nuevo. Hubo derroche en comida y alcohol, no faltaron los regalos, algunos bastante caros, y en muchos casos, el aguinaldo se esfumó en parte a una mala previsión y no tan buen manejo del dinero.
Y si a eso se le suma que la quincena todavía está lejos, además de la inflación que alcanzó uno de sus niveles más altos en las últimas dos décadas, para un alto número de personas empieza la llamada “cuesta de enero”, un fenómeno económico anual.
La necesidad de efectivo obliga a muchos a recurrir a los préstamos personales, otorgados a través de aplicaciones, los cuales ponen en riesgo la información personal, además de que cobran altos intereses.
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Sin embargo, otros optan por un método tradicional: el empeño o dejar una prenda a cambio de un préstamo en efectivo.
Hace aproximadamente una década las casas de empeño proliferaron en el área metropolitana de Monterrey, muchas ellas operaban en el libertinaje haciendo préstamos y operando con anarquía total, fijando de manera arbitraria las cuotas de préstamo por artículo de acuerdo a sus criterios, igual que la tasa de interés por el préstamo.
No obstante, después de que las autoridades intervinieron el auge de estos establecimientos empezó a declinar y hoy solamente sobrevivan aquellos que operan de forma establecida y legal.
Por ello, todavía constituyen una opción para quienes requieren de dinero rápido.
“Todavía hay mucha gente que, en especial, en estas fechas del año viene y deja sus artículos a cambio de dinero. Es una forma rápida y segura porque todos los objetos quedan en resguardo hasta que pueden sacarlos”, expresó “Juan”, gerente de una casa de empeño.
Indicó que depende del artículo, es el monto a prestar.
“Por lo regular lo que más nos traen son pantallas; muchas ya no se aceptan porque son modelos de hace cinco o seis años o no son Smart”.
“Juan” añadió que incluso las pantallas que se empeñan fueron regalos de esta pasada Navidad.
“No tienen ni un mes de uso y ya las traen a empeñar porque necesitan dinero para el diario o para hacer frente a pagos como la luz, el gas, el agua… internet o la renta”, añadió, “las Smart tv es lo que más nos traen”.
Sin embargo, destacó que también son recurrentes los empeños de celulares, especialmente de última generación, y las joyas, sobre todo las de oro”.
Explicó que para poder empeñar se evalúa la prenda, se establece el modelo, las condiciones en las que se presenta y se le hace una oferta al pignorante.
“Por una Smart tv varía; se pueden prestar desde mil 500 pesos hasta 7, 8 o hasta 10 mil pesos… aquí tienen que ver el tamaño y las funciones del aparato”, detalló.
El iPhone 14, de reciente aparición en el mercado, también se cotiza bien.
Y las bocinas, que desde hace unos cinco años se empezaron a poner de moda, también son muy populares a la hora de canjearlas por dinero.
“Los smartphones siempre son bien recibidos. Lo que ya casi no se acepta son las cámaras digitales, salvo las profesionales que vengan en su estuche y con lentes. Por esas se pueden prestar entre 5 y 7 mil pesos, pero depende…
“Pero casi todo se acepta: estufas, lavadoras, boilers, algunos tipos de muebles”.
En las casas de empeño también son bienvenidos artículos como motocicletas, bicicletas y automóviles.
“Para poder empeñar un carro deben traer la factura original a nombre de la persona; el modelo no debe ser mayor a cinco años y estar en perfectas condiciones”, expresó, “la factura se queda con nosotros, pero el cliente se puede llevar su auto, sin problema; cuando termine de pagar le devolvemos su factura”.
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El interés a pagar es de alrededor del 18% mensual.
“El tiempo para desempeñar puede ser desde una semana, 15 días, un mes… y los refrendos, por lo regular, son ilimitados”, informó “Juan”.
Los artículos que más se empeñan
Smart Tvs
Smartphones
Bocinas
Joyas
Consolas de videojuegos
