De acuerdo con la Comisión Estatal de Derechos Humanos, entre enero de 2020 y el 31 de mayo de 2025, se integraron 221 expedientes de queja por posibles actos de tortura.
Estos involucran a 241 personas agraviadas, la mayoría de ellas en contextos de detención y con señalamientos dirigidos principalmente hacia autoridades de seguridad pública, estatales y municipales.
Esta información fue proporcionada por Olga Susana Méndez Arellano presidenta de la Cedhnl, al participar en el foro México Sin Tortura 2025 convocado por la Comisión de Bienestar, Derechos Humanos, Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanos.
“Desde la Cedhnl reconocemos que hablar de tortura no es un ejercicio fácil. Implica una realidad incómoda, dolorosa y, en muchos casos, invisibilizada. Pero su omisión es cómplice, y la indiferencia permite la impunidad”, destacó la presidenta.
Por ello, señaló, a través del Mecanismo Estatal de Prevención de la Tortura, la Comisión realiza visitas periódicas a centros de detención, cárceles, separos, centros de atención psiquiátrica, casas hogar y otros espacios.
“Donde las personas se encuentran privadas de su libertad. Ahí entrevistamos a personas detenidas y al personal responsable, documentamos condiciones de riesgo, elaboramos informes, emitimos recomendaciones, y capacitamos a funcionariado público”, detalló Méndez Arellano.

Explicó que estas acciones están alineadas con los principios del Protocolo Facultativo y con el trabajo del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura.
A partir del trabajo institucional, la Cedhnl advierte que la tortura no es una práctica erradicada.
“¡Sigue ocurriendo y sigue dañando!”, agregó. “Las víctimas de tortura no solo enfrentan el menoscabo físico o psicológico, también están expuestas a la revictimización institucional, la falta de acceso efectivo a la justicia, la ausencia de medidas de reparación adecuadas, y en algunos casos, el estigma de criminalización”.
Nuevo León por abajo
Rogelio López Sánchez, académico investigador de Derechos Humanos, indicó que en un comparativo a nivel nacional “sí nos deja un poquito abajo” en cuanto a tortura".
El tema es que depende de cómo se vea porque quizá algo que es más visible, que se denuncia más estadísticamente tiende a aumentar, sí es visible, evidentemente va en aumento.
“Pero no es por el hecho de que exista más tortura sino que hay más concientización de las personas para denunciar”, indicó López Sánchez.
Destacó que en Nuevo León los principales actos de tortura son:
- Detenciones arbitrarias.
- Retenciones ilegales administrativas por las policías.
- Detenciones por flagrancia.
La mejor manera de contrarrestar estos actos, señor López Sánchez, es la denuncia.
“No teniendo miedo porque a veces gana más el miedo que cualquier otra cosa”.
Añadió que por desconocimiento uno de los grupos más vulnerables es el de los menores de edad.