El decretazo, la opacidad y el poder a los militares

La semana pasada López Obrador declaró que todos sus proyectos de infraestructura son asuntos de ‘seguridad nacional e interés público’ eliminando por completo la rendición de cuentas

La administración encabezada por el presidente López Obrador lleva desde el primer día de su mandato una serie de fracasos y descalabros que hacen evidente su incapacidad para llevar a buen rumbo al país. Una plaga de corrupción, ineficiencia y absoluta incompetencia recorre todo un gobierno que promete bienestar, pero solo produce miseria para los mexicanos. El inquilino de palacio está rebasado por la situación y en busca de una solución rápida que le permita mantener su farsa ha entregado al ejército atribuciones que no le corresponden, contratos millonarios y un control cada vez más grande sobre la vida de los mexicanos.

La semana pasada López Obrador declaró que todos sus proyectos de infraestructura son asuntos de ‘seguridad nacional e interés público’ eliminando por completo la rendición de cuentas y haciendo de la opacidad la norma de todas sus obras. Es decir, no hay transparencia para saber en que se está gastando el dinero de los ciudadanos, no hay estudios medioambientales para asegurar que no se afecte a las comunidades locales y no hay posibilidad de ampararse ante cualquier abuso cometido por la autoridad. Lo que está ocurriendo es un atropello mayúsculo y sin precedente por parte de la presidencia que se rehúsa a ser transparente u observada por la sociedad civil.

Lo más grave es que en el afán por avanzar con sus construcciones faraónicas y elefantes blancos está entregando un control enorme a las fuerzas armadas y ofreciendo contratos millonarios que los hace propicios a la corrupción. En los últimos tres años, los militares adquirieron el control de puertos y aduanas que regulan todo el comercio con el exterior, también construyen una refinería, el aeropuerto de la Ciudad de México, el Tren Maya y cada vez representan una parte más grande e influyente en el gobierno y la vida de los mexicanos.

No podemos olvidar las declaraciones del Secretario de la Defensa hace unos días en donde hizo un llamado a todos los militares a sumarse al proyecto ‘de la cuarta transformación’. Esto pone en peligro el mando civil, la democracia y todas las instituciones pues el ejército sirve para defender al país de amenazas externas, así como para mantener la seguridad de los mexicanos. Aquellos que tienen las armas no deben entrometerse en asuntos civiles ni participar a favor de un proyecto político o ideológico y mucho menos ser leales a una persona, deben trabajar para todos. En países como Cuba, Nicaragua y Venezuela, los soldados responden al régimen y son leales al dictador.

Es inaceptable que las fuerzas armadas estén participando en ámbitos que son de competencia civil y peor aún que se declaren a favor de un proyecto ideológico al servicio de una sola persona y no de los mexicanos. A tres años de su gobierno ya no podemos seguir ciegos de cuál es el rumbo al que nos está llevando este gobierno, están en peligro las instituciones y sobre todo la estabilidad del país. Empezamos a estar en listas negras por la poca confiabilidad que ya damos en el exterior. Tenemos que ser objetivos y darnos cuenta que sin transparencia ni rendición de cuentas no hay democracia plena. Al tiempo…

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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