Mucho hemos oído decir que la salud es lo más importante, y que, sin salud, nada de lo demás cuenta. Y a veces no lo tomamos con seriedad hasta que nuestra salud se ve amenazada. Por eso, una vez más, y con todo mi corazón, les puedo decir: valoren, mantengan y aprecien hasta lo máximo su salud. La salud puede cuidarse desde muchísimos aspectos, puesto que todos, en sincronía forman parte de nuestra salud integral.
La salud espiritual, emocional, mental y física, deben ser esferas que se mantienen en equilibro, tal como hacer un malabar con pelotas. Por favor, esté atento a las señales, siempre. Si tiene fuertes retos con respecto a los principios universales, si, por ejemplo, le cuesta respetar o que lo respeten, le cuesta trabajo la honestidad, o la misericordia, si tiene constantes dudas sobre lo que es bueno o malo, si en los tiempos difíciles no tiene de dónde agarrarse que sea más grande que usted, entonces su salud espiritual necesita atención.
Si se siente desvalorizado, con baja autoestima, con exceso de angustia, de ansiedad, de codependencias a sustancias, personas, situaciones o cosas, si siente que ha sido víctima de los demás, y que ha perdido su poder interno, probablemente sea su cuerpo emocional gritándole auxilio. Si sufre largos períodos de depresión o de euforia, de obsesiones, compulsiones, manías, incluso, alucinaciones, o paranoias, si le cuesta trabajo mantenerse ecuánime la mayor parte del tiempo, entonces es momento de tomar cartas en el asunto de su salud mental.
Y, finalmente, si tiene padecimientos crónicos o recurrentes, si significativamente ha subido o perdido peso, si ha abusado de sustancias tóxicas por largos periodos, si a pesar del descanso se siente debilitado, y en general, si no mantiene hábitos alimenticios saludables, así como de ejercicio y cuidado del cuerpo, entonces es tiempo de poner atención a su salud física.
Pero como se puede observar, todas van de la mano y son inseparables. La medicina holística de muchas corrientes, y con más frecuencia la medicina clínica, sostienen que para que el cuerpo se mantenga saludable, es fundamental que nuestra salud mental y emocional, también estén en buenas condiciones.
Lo que sucede en la mente y en las emociones, si no es resuelto a tiempo, termina repercutiendo en el cuerpo. Siempre de los siempres, es mucho mejor prevenir que lamentar, estar atentos a cualquier llamado de nuestros cuerpos, ¡sin dejarlo pasar! En verdad, a mi amado público, el mejor público del mundo, les comparto que con la salud no se juega, y que dedicarle tiempo, recursos y esfuerzo a la salud siempre será la mejor inversión.
Si ya existe una enfermedad en el cuerpo físico, entonces hay que tratarla debidamente, no especular, ni dejar pasar tiempo, sino acudir con un médico clínico internista para que le pueda canalizar debidamente, y tratarse con un especialista.
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Así como a veces le echamos ganas a cuidar de otras cosas como nuestro auto y nos esmeramos tanto en mantenerlo funcionando, es importante recordar que para poder disfrutar de todo lo demás, requerimos de la salud en toda su amplitud.
Ría más, goce más, extienda su dicha tanto como pueda, aligérese la vida, las cargas, perdone más, cierre ciclos, no se cargue problemas ajenos, no se complique innecesariamente, responsabilícese de lo suyo, hágase análisis periódicamente, camine en la naturaleza, tome baños de sol, relaciónese con gente que tenga hábitos saludables, conozca nuevas personas, quiérase, ámese hasta lo indecible, porque todo esto es también parte esencial de una buena salud.
Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, y en el tema de la salud, no podría ser más verdadero.