El pronunciamiento del Parlamento Europeo respecto a la situación en la que los periodistas en México desarrollan su labor, amerita una respuesta firme como lo ha hecho el gobierno, así como las y los legisladores de MORENA. En ese sentido, es conveniente señalar que dicho posicionamiento no corresponde con la realidad mexicana y que lamentablemente se hacen condenas apresuradas quizá por falta de información o por datos que se exageran y se distorsionan.
En el documento emitido por los congresistas de Europa carece de una valoración objetiva de los esfuerzos gubernamentales para recuperar la paz y la concordia en nuestro país, la cual fue quebrantada por administraciones anteriores que desataron la escalada de violencia que hoy padecemos, como consecuencia de absurda guerra fratricida.
Es importante que en el extranjero como a nivel local se entienda de una vez por todas que a diferencia del pasado, hoy hay tolerancia cero a la impunidad. Por eso, ante los lamentables hechos en los que algunos periodistas han perdido la vida se ha actuado con prontitud y eficacia. Los hechos hablan por sí solos a la fecha han sido detenidas 17 personas como presuntos responsables materiales o intelectuales que fueron presentadas de inmediato ante las autoridades judiciales que son las responsables directas de impartir justicia.
En ese contexto, es lamentable que el Parlamento Europeo en se haya excedido en su pronunciamiento. Por eso, es fundamental que a través de los canales diplomáticos se establezca un diálogo abierto y que tengan acceso a información veraz y objetiva. Es evidente que detrás de todo ello existen intereses que se sienten afectados por la política reivindicatoria de nuestra soberanía, en especial en materia energética que se está impulsando y que todo este asunto solo es un pretexto que está siendo utilizado a manera de presión.
Nuestra respuesta ha sido clara y contundente, basada en los principios de política exterior y del Derecho Internacional. Hoy, nuevamente cobra vigencia la máxima juarista: Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz.