Hace unos días la oposición en la Cámara de Diputados fue muy clara, la Reforma Eléctrica del presidente no tenía cabida en nuestro país. Es por esto que, a partir del lunes 18 de abril en la mañanera el tabasqueño aseveró que los que votamos en contra merecíamos la cárcel por traición a la Patria.
Desde la dirigencia de morena, su presidente y su secretaria general, Mario Delgado y Citlalli Hernández respectivamente, orquestaron un linchamiento mediático a través de imágenes que exhiben a las y los diputados, pero no solo eso, muchos de ellos fueron agredidos en sus casas de campaña e inclusive nuestra compañera Maryjose Gamboa fue víctima directamente de un “asalto”.
El discurso de odio de López Obrador es radical y es que ¿cómo es posible pasar de ejercer libertades a ser traidores a la patria únicamente por ir en contra de la voluntad del tabasqueño? Siguiendo sus líneas, de llamar las cosas por su nombre, estas actitudes son dignas de un DICTADOR. Como lo sostenemos en Acción Nacional, traicionar a la patria es que, tan solo en el año 2022 haya más de 400 mujeres desaparecidas o que haya desabasto de medicamentos en todos los niveles.
En su desesperación por querer quedar bien con el presidente ahora amenazan con imponer denuncias apelando a una mala interpretación de la Constitución. Las acciones desde Palacio Nacional ya van más allá de un enojo o un berrinche, el creciente discurso de odio que está provocando la polarización a la que está llevando a la sociedad mexicana son una copia de lo realizado por gobiernos populistas tanto de izquierda como de derecha.
Y es que si nos remitimos a la historia recordemos la propaganda creada por los nazis en contra de los judíos para considerarlos como enemigos de Alemania todo eso derivó en un genocidio que al día de hoy es una gran cicatriz para el mundo. Actualmente, vivimos y vemos en las noticias imágenes de la invasión de Rusia a Ucrania que igualmente está fundamentada en la superioridad de un líder que en el mismo camino del discurso de odio en contra de los ucranianos han violado a niñas y mujeres, han sido torturados, mutilados y asesinados.
Por otro lado, no me cansaré de insistir, que López Obrador copia a pie juntillas el modelo cubano, boliviano, nicaragüense y venezolano. Los ejemplos los tenemos muy claros así como también las similitudes. En Venezuela, con el discurso de la traición a la Patria, tienen encarcelados en las peores condiciones a opositores que en muchos casos no son capaces de salir al sol, son torturados en sus celdas y ni siquiera han tenido una sentencia o un juicio.
Por su parte, Nicaragua, con la mayoría en la Asamblea creó la Ley 1055 para encarcelar a todos los líderes de oposición, al día de hoy se reportan 181 encarcelados. No olvidemos a Cuba, que desde julio del año pasado hay alrededor de 127 personas con penas de entre seis a 30 años de cárcel únicamente por haber salido a ejercer su derecho de libre manifestación.
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Es por eso que, lo mínimo que podemos hacer contra estos ataques de odio es denunciar y no solamente ante instancias nacionales sino también ante las internacionales porque el presidente quiere IMPONER su transformación más allá de ejercerla de manera democrática.
Hagamos un ejercicio de conciencia no solo de la vida política del país, pensemos en cómo se han visto afectados muchos otros aspectos de nuestro día a día. No estamos mejor, a nivel internacional pasamos a estar en el lado incorrecto de la historia con políticas ideológicas que están destruyendo años y años de construcción de instituciones y de libertades. Estamos a tiempo de corregir el rumbo, hagámoslo en equipo por México. Al tiempo…