El regreso a la normalidad escolar representa una oportunidad de resignificar la importante tarea de maestras y maestros en la formación de las niñas, niños y adolescentes, que va más allá de procurar el desarrollo académico y alcanza el acompañamiento emocional y la visibilización de conductas que pueden afectarles.
Con las actividades plenamente restablecidas y luego de dos años de celebrar el Día del Maestro en la distancia aligerada por las plataformas virtuales, regresar a lo presencial reivindica el espacio docente como el lugar para la construcción de una convivencia pacífica a partir de la justicia social, el reconocimiento de las y los otros y la empatía.
En su debida proporción, las y los 192 mil maestros de educación básica de la Ciudad de México son responsables de la educación, seguridad y acompañamiento de 2.5 millones de alumnos, que se enfrentan a un entorno que representa retos de aprendizaje en cuanto a una sana convivencia social.
México ocupa el primer lugar en el mundo en niños, niñas y adolescentes que padecen acoso escolar, con una estadística de 7 de cada 10, y es en las primarias donde se reportan más casos de bullying y ciberbullying, de acuerdo con el Primer Estudio Mundial realizado entre enero de 2020 y diciembre de 2021 por la ONG internacional Bullying Sin Fronteras.
Los primeros en conocer o detectar esas situaciones son las y los profesores. De ahí la importancia que desempeñan para la construcción de la seguridad. A través de ellas y ellos se busca que la escuela no sea únicamente un espacio de adquisición de conocimientos, sino también de desarrollo personal, social, emocional y cognitivo y de detección temprana de situaciones de violencia.
Las habilidades docentes ya no se reducen a impartir la materia en el grado en el que trabajen, sino que necesitan formarse en temas de identificación de problemas como acoso o abuso sexual, violación, bullying, violencia familiar o maltrato infantil. Igualmente, deben ser impulsores de la cultura de la legalidad y potencializar el reporte de abusos o situaciones delictivas que permita activar los mecanismos de atención oportuna.
El Consejo Ciudadano, en coordinación con la Autoridad Educativa Federal en la CDMX y alcaldías como la de Iztapalapa, capacita a docentes a través de talleres y cursos para ayudarles a ser promotores de seguridad, justicia social y de la cultura de paz en las escuelas. Además, brinda les orientación psicológica y jurídica a través de la Línea de Seguridad y Chat de Confianza 55 5533 5533, gratuita, confidencial y 24/7 para todo el país.
Transmitir estos principios entre sus alumnos es ejercer los derechos humanos, contrarrestar la violencia, fomentar el reconocimiento emocional y diseminar una convivencia pacífica.