Las denominadas “misiones internacionales” en Cuba no son otra cosa que una forma de esclavitud moderna no están limitadas a servicios médicos y de salud pues también incluyen servicios de enseñanza, de marinos, de ingeniería, entre otros. En 2018 representaron un beneficio para el régimen de entre un 40% y 50% en su balanza exterior.
Mucho ha dicho López Obrador desde el anuncio de que traería estas misiones a nuestro país a cubrir zonas en las que los médicos nacionales no llegan. Tan solo durante la pandemia, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), México ocupó el primer lugar en mortandad de personal médico durante la crisis por Covid, una cifra impactante, ya que de cada diez decesos en el continente tan solo cuatro se presentaron en México.
Por otro lado, trabajar en zonas remotas y rurales para los galenos se ha convertido en la peor de las opciones que pueden desafiar. Entre pésimos salarios y enfrentar a grupos delictivos, los médicos quedan en una encrucijada de desgracia.
En los territorios lejanos donde siembran y producen narcóticos y donde la pobreza se vuelve más extrema los médicos no cuentan ni con instrumentos ni instalaciones para atender, ni hablar de medicamentos para prescribir, mucho menos la seguridad necesaria para poder ofrecer consultas. Ni siquiera por el juramento hipocrático se pueden tolerar estas condiciones.
El tabasqueño ha argumentado que los mexicanos no tienen disposición de trabajar en estas circunstancias, que no existe voluntad. Sin embargo, es una más de sus apologías o espaldarazos a lo que ocurre en la realidad nacional. Justifica la contratación de médicos cubanos ya que ellos cuentan con intenciones de trabajar en áreas peligrosas, terrenos de guerra y escasez. Esto tampoco es cierto ya que, es un pretexto para la relación política entre el inquilino de palacio nacional y el régimen cubano.
Defiende su postura con que no recibirán un sueldo mayor los extranjeros, será el mismo que un mexicano; que el presupuesto tampoco significa un problema ya que el gobierno nacional será capaz de pagarlo. De este punto surgen un sinfín de incógnitas, ¿Cómo un médico extranjero podrá ejercer en México? ¿Quién recibirá el pago? ¿Tendrán una forma migratoria que avale su estancia en el país? ¿Cuánto tiempo durará el programa?
Según información de Prisoners Defenders las misiones médicas son un acto de coacción por muchas vías, en su mayoría son obligados a participar de lo contrario eres discriminado o castigado, tienen imposiciones personales, los contratos son firmados por funcionarios en nombre del Ministerio del cual dependa la actividad y al 68% de los trabajadores no les entregan su contrato al reclutarlos. En cuanto al salario la remuneración que reciben es de un 15%, mientras que el 85% es para el régimen.
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Están obligados a regresar a la isla o de lo contrario pierden todo y no pueden regresar al menos por los siguientes ocho años, lo cual ha separado alrededor de 10 mil familias, 41% ha reportado ser victima o testigo de acoso sexual, un 56% ha confesado que han sido obligados a falsificar las estadísticas de salud y rendimiento y un 75% ha sufrido amenazas y violencia por parte de los funcionarios cubanos.
Por si todo esto fuera poco, no pueden tener un pasaporte ordinario, no pueden viajar sin autorización y mucho menos viajar con su familia completa.
Estos son solo algunos de los puntos de la esclavitud moderna que está apoyando López Obrador, pues si “nos vamos al carajo” pero no permitiremos que siga apoyando un régimen que práctica la esclavitud, la servidumbre, el trabajo forzado, la libertad de circulación, el derecho a la privacidad, los derechos de los menores de ver a sus padres, la libertad de pensamiento, expresión y opinión, el derecho a la propiedad personal, el derecho a la documentación, es decir a un gobierno que a todas luces es un VIOLADOR de derechos humanos.
Vamos a estar muy atentos porque este gobierno y su política exterior están completamente extraviados. Al tiempo.