Opinión

¿Más abrazos?

FOTO: CARLOS ALBERTO CARBAJAL/CUARTOSCURO.COM

El país tiene muchos retos que resolver, pero, sin lugar a dudas, el problema más importante, complejo y necesario de enfrentar es el de la inseguridad que todos los días vivimos los mexicanos. No es solo un tema de crimen organizado y combate al narcotráfico, es un problema cotidiano que pasa por la corrupción y la impunidad.

Esta semana nos encontramos con hechos diversos y lamentables. Una masacre en Celaya que dejó 11 personas sin vida, asesinatos múltiples en la zona centro de la Ciudad de México (la colonia Roma) y una balacera en las calles de Culiacán que aterrorizó a menores en una escuela. No es una historia de una semana, sino de un día.

El presidente Andrés Manuel López Obrador insiste en que su política es de “paz” y que la vida de los delincuentes también se tiene que cuidar. Desde el inicio de su administración e incluso en campaña, AMLO aseguró que se acabarían los “balazos” y llegarían los “abrazos”. Una de sus frases más elocuentes y que fue sumamente cuestionada.

El Estado está obligado a combatir al crimen, y de ser necesario a usar la fuerza en protección de los ciudadanos. No hay política de abrazos en medio de masacres, asesinatos o balaceras. La inseguridad no es nueva, pero hoy la responsabilidad sí la tiene el gobierno en turno. No hay excusas que puedan sustentar un mal trabajo en esta materia.

La reciente encuesta que publicó El Universal, reitera que la aprobación hacia el presidente es notable, muy alta: el 63% de los encuestados aprueban la gestión del mandatario federal. Sin embargo, también señala que el 51% de esos mismos encuestados consideran que en materia de seguridad se ha actuado equivocadamente.

Parece increíble que estos números tan divergentes sean resultado de los mismos encuestados. Hoy podemos tener la certeza que la aprobación de AMLO se mantendrá en números altos, que no va a bajar de manera importante. Eso no quiere decir que no se le exija, y menos en materia de seguridad.

Por otro lado, la responsabilidad presidencial es aún mayor, cuando tiene esos números de aprobación. Quienes aprueban y quienes desaprueban su labor, merecen mucho más que una política de “abrazos y no balazos”. Porque las historias que leemos todos los días no solo provocan terror, sino desazón y profunda tristeza. Sin duda, es necesario más que lo que hoy nos han presentado.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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