Es un producto turístico muy atractivo el avistamiento de luciérnagas sobre todo en el estado de Tlaxcala, lo mismo que en Puebla, el Estado de México e incluso el sur de la Ciudad de México en Milpa Alta.
Como suele suceder en México, en cuanto a los proveedores de servicios, su mejor carta de presentación es descalificar al otro y es lo que ocurre en este sentido, los de Tlaxcala dicen que sus santuarios son los únicos y los mejores, los de otras entidades aseguran lo mismo y al final, en lugar de fomentar una región sólida turísticamente hablando, buscan un beneficio a corto plazo sin importar denostar la imagen de la misma región.
Por otro lado, el producto sigue siendo silvestre, no por naturaleza sino por la falta de experiencia y de consolidación de producto turístico. A pesar de contar con guías calificados, no hay protocolos claros de qué hacer y qué no hacer dentro del bosque en la mayoría de las experiencias, se encuentra basura en los senderos y a pesar que los grupos se han reducido en número, no hay un lineamiento estricto para los visitantes, por el contrario, la mayoría de los prestadores de servicios son laxos, lo que daña claramente al ecosistema y a la vida misma de las luciérnagas.
En Tlaxcala no han entendido que debe ser un producto turístico de calidad, independientemente del costo, puede ser para distintos segmentos de mercado pero con calidad, cosa que evoluciona a pasos muy lentos.
Hay algunas agencias en línea que lo comercializan con una supuesta experiencia de talla mundial, pero que ofrecen un producto muy por debajo de la expectativa si nos atenemos a la importancia de un santuario de esta naturaleza.
Por otro lado, en contraste con el tema de las luciérnagas hay empresarios del sector que están haciendo cosas interesantes, sobre todo a nivel culinario, es el caso de los chefs de los restaurantes Tequexquite y Xoletongo, Andrés Salazar y Erick Morales respectivamente, ambos en Nanacamilpa y que han revolucionado la forma de saborear, ver y entender la cocina tlaxcalteca.
Hay un área de oportunidad importante en Tlaxcala, sobre todo en materia de avistamiento de Luciérnagas, mientras el gobierno estatal no tome con seriedad el tema y los prestadores de servicios no se modernicen, seguirán depredando el producto no solo en materia ecológica, sino de imagen y de calidad.
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El aeropuerto y la Marina
Un general en retiro de la Marina Armada de México llega a la dirección del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, Carlos Ignacio Velázquez Tiscañero, pero ¿por qué la imperiosa necesidad del presidente de la república por meter a la marina y al ejército en labores civiles?, es una pregunta que contradice su propio discurso de campaña, cuando se quejaba por la militarización del país.
La aviación civil es una materia completamente distinta de la militar, los problemas del AICM son operativos y no de seguridad prioritariamente, son de infraestructura y no de ordenamiento policial. No queda más que esperar a ver qué resulta y seguir siendo testigos de cómo la Marina ocupa cargos en aduanas, migración, policía y ahora, en el aeropuerto más importante del país.