Desde que las facultades, presupuestos y políticas del Fondo Mixto de Promoción de la Ciudad de México y la Secretaría de Turismo también de la Ciudad de México, coexistían, se invadían e incluso se confrontaban, tanto la promoción turística como las políticas turísticas de la capital del país la rezagaron si nos atenemos a lo que hacen las grandes capitales del mundo.
Después de varios mecanismos, se concentró todo en la Secretaría de Turismo local, primero en manos de Paola Felix y ahora bajo la responsabilidad de Nathalie Veronique Desplas Puel, sin que ello denote una mejora sustantiva en la proyección turística de la capital del país.
Ajustados a los lineamientos federales en materia turística, cuyo único y principal objetivo es no invertir y hacerlo todo sin dinero público, la Ciudad de México pierde competitividad a nivel internacional pese a tener innovadores y modernos productos turísticos de vanguardia, más allá del turismo de bienestar que pareciera el único proyecto importante de esta administración.
La capital del país tiene una oferta muy amplia para viajeros nacionales e internacionales, desde el turismo de lujo, pasando por el cultural e histórico, la oferta artística y gastronómica, turismo de naturaleza en los alrededores y por supuesto, el turismo de barrio que representa una opción importante de desarrollo, sin embargo todo depende de la política y del tema electoral y electorero.
Si vemos a nuestro alrededor de forma global, si comparamos la triste imagen que la Ciudad de México está proyectando si del otro lado vemos a capitales de su envergadura como Madrid, París, Londres, Bogotá, Washington, Buenos Aires, Tokio, Roma, entre muchas otras, notamos que la diferencia no solo es de presupuesto sino de seriedad al tomar el tema de turismo como negocio de ciudad.
La Ciudad de México económicamente es una urbe de servicios, un centro financiero regional donde el turismo puede desarrollarse para ser uno de los principales ingresos, además de forma más equitativa si hubiese estrategias claras más allá de los discursos.
Estamos perdiendo como capital del país y como una de las ciudades más antiguas en el mundo (fundada en 1325), una oportunidad histórica de consolidarnos como un destino turístico maduro. El turismo necesita promoción, inversión y visión, no solo una entidad que “no gaste” como pareciera ser la consigna del gobierno federal y local actual.
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Tamaulipas se regionaliza
Ha sido inteligente la estrategia del secretario estatal Fernando Olivera al enfocar sus esfuerzos en la zona de Tampico, la reserva El Cielo y la zona sur del estado, donde la crisis de inseguridad no es tan severa como lo sigue siendo al norte y sobre todo, en la zona fronteriza.
Hay sin lugar a dudas, una oferta turística y gastronómica muy importante en toda la región desde Tula hasta Ciudad Madero, ha mejorado en materia de seguridad pública y han consolidado productos turísticos que antes no existían.
La agencia de comunicación que tienen contratada para México lejos de ayudar, les afecta con el pésimo trabajo que desarrollan, sin embargo, no hay que perder de vista lo que suceda al sur del estado, donde para bien, están enfocando los esfuerzos en materia turística.