Opinión

Carreteras nacionales, entre recortes presupuestales y desatención

(Cuartoscuro)

Las vías de comunicación en todas las naciones del mundo son esenciales y determinantes para el crecimiento y desarrollo de sus asentamientos poblacionales, tanto rurales como urbanos. En los inicios de la era moderna de nuestro país, el ferrocarril detonó el progreso para decenas de ciudades que, a través de este medio de transporte, lograron conectarse con otras regiones y transportar su producción agrícola. Las carreteras, asimismo, han representado un medio de conectividad y movilidad extraordinario, tanto para el transporte de personas como de la producción de empresas grandes y medianas. Por todo esto, amables lectores, la infraestructura carretera debe estar en óptimas condiciones para brindar seguridad y operatividad en el servicio invaluable que ofrece.

En México la red Carretera Federal tiene una longitud aproximada de 50 mil km en 14 ejes troncales o corredores que conectan las cinco mesorregiones con que cuenta el país y proporcionan acceso y comunicación permanente a las principales ciudades, fronteras y puertos marítimos. A lo largo de nuestra historia, México se distinguió por ser un país con una excelente calidad en sus carreteras, sin embargo, de un tiempo a la fecha es un sector que ha sido relegado en su mantenimiento y conservación por las autoridades. Prueba de ello es que en los primeros días de este mes de agosto el gobierno federal, a través de la Dirección General de Servicios Técnicos de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, proyecta recortar el presupuesto de programas carreteros para 2023; lo que significa, amables lectores, gastar menos y reducir la capacidad de autoridades gubernamentales para vigilar el control de calidad de obras carreteras que realicen constructoras privadas el próximo año.

En datos duros, estas son las previsiones de recorte de la mencionada dependencia federal: reducir en 16.6 por ciento los kilómetros y 7.1 por ciento los tramos carreteros en los cuales se vigilará la calidad de los trabajos y materiales utilizados por empresas privadas contratadas. Asimismo bajar en un 26.4 por ciento el presupuesto para estudios y proyectos que demanda la infraestructura carretera para atender su planeación, construcción, modernización y conservación, así como reducir 15 por ciento la partida para el programa de evaluación de elementos funcionales, estructurales y de seguridad vial de la red federal.

Si de por sí, amables lectores, según estimaciones del Inegi una tercera parte de quienes transitan por carreteras las consideran inadecuadas y en mal estado, junto con las autopistas de cuota, con estos recortes que se aplicarán el año venidero, las cosas estarán mucho peor en la infraestructura carretera mexicana. Zacatecas, Sinaloa, Morelos, Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Tabasco, Michoacán, Puebla, Durango, Querétaro, Chiapas, Ciudad de México, Chihuahua e Hidalgo son las entidades donde la opinión usuaria de carreteras las considera en condiciones deplorables.

Sin embargo, hay que ser muy claros en el sentido de que este tema de recortes y reducciones presupuestales y poca atención a las carreteras no es privativo de esta administración, ya lleva años prevaleciendo tal situación a lo largo de sexenios anteriores. En siguientes entregas, si me lo permiten ustedes amables lectores, haré una breve historia de este rubro que es vital para el crecimiento y desarrollo nacional, así como de las consecuencias negativas de los recortes presupuestales en la seguridad vial y por tanto en la vida de los usuarios de las mismas.

Hasta la próxima.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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