Dos chicas más y María Ángela

Familiares de Ángela Olguín denuncian desaparición de la menor en baños del Metro CDMX
Cierran Insurgentes para dar con María Angela (Gpo. Siade.AC.Oficial l Twitter)

María Ángela dijo a los policías que la apoyaron tras su localización, que era la chica que había sido robada en el metro Indios Verdes, que en el lugar donde la retuvieron había dos chicas más con ella.

Dos chicas más comentó Ángela, dos chicas que sus familias están desesperadas por localizarlas, dos chicas que no saben cuál será su futuro, dos chicas que no fueron liberadas.

Hace unos días familiares de María Ángela Olguín se manifestaron sobre la Avenida Insurgentes a la altura del metro Indios Verdes por la desaparición de esta. María Ángela tiene 16 años, iba con su mamá cuando fue raptada.

Fue encontrada con vida de no haber sido por la presión que su familia hizo para que pudieran localizarla. No es la primera vez que una familia se manifiesta en las calle, avenidas o carreteras del país para exigir la aparición de uno de los suyos. Cada día se vuelve una constante.

“Las acciones que llevó a cabo la familia fueron fundamentales para hacer presión respecto al caso. Decenas de personas cortaron el tráfico durante el fin de semana en la carretera México-Pachuca y bloquearon la salida de camiones de la estación”, decía el periódico El País.

El diario español señala que en menos de 24 horas, otras dos niñas desaparecieron en la misma alcaldía, Gustavo A. Madero, Tonatzin Blanco, de 11 años, desaparecida cuando jugaba en la calle con unas amigas, y Gabriela Giselle Cabrera, de 14 años, vestía el uniforme de su escuela. Ambas fueron localizadas con vida.

La desaparición de personas en México es un delito que cada día crece más, es un delito del que mucho se habla, pero poco se hace. La estrategia de “abrazos no balazos” sigue sin tener efecto, las células criminales se expanden con mayor velocidad y crueldad en nuestros estados, pero no solo eso, cometen más delitos.

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Hay más de 109 mil desaparecidos en México, más de 109 mil familias destrozadas por la desaparición de uno o dos familiares; padres y madres buscando a sus hijos e hijas; hijas e hijos buscando a sus padres. Miles de fosas clandestinas en todo el país, en donde diariamente se encuentran cuerpos.

Son las madres buscadoras, las que han tenido que dejar sus casas para caminar kilómetros y picar la tierra para encontrar a sus desaparecidos, y no solo eso, son doblemente víctimas de la delincuencia, pues muchas de ellas han sido asesinadas por los captores de sus familiares, y otras más, están amenazadas.

La Red por los Derechos de la Infancia (Redim), afirma que en México cada día se tienen alrededor de 14 reportes de personas desaparecidas, no localizados o localizados entre los cero a 17 años.

Por eso hoy cuando escuchamos que familias se manifiestan exigiendo la aparición de uno de los suyos, evitemos juzgar, criticar o señalar, porque cuando se trata de un hijo o una hija los padres hacemos de todo. Necesitamos ser empáticos.

Desde el Senado tenemos la obligación de no solo escuchar a víctimas de desaparición forzada, a sus familias, sino también, de legislar para cerrar las brechas de la injusticia, para defender nuestros derechos y libertades, pues nuestros desaparecidos no tienen colores partidistas.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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