Para que una sociedad pueda consolidar la paz debe reconocer el compromiso de quienes toman la decisión de vida de protegerla ante cualquier amenaza. No siempre ocurre así con las fuerzas de seguridad y la reacción social tiende a ser ambivalente: queremos protección, incluso un uso inmediato de la fuerza, pero no nos gusta ser sancionados de ninguna forma por parte de los integrantes de alguna institución pública de seguridad.
Este reconocimiento es necesario y, aunque puede tener sus altibajos, es la base de la confianza social en policías, Guardia Nacional y Fuerzas Armadas; éstas dos últimas son un ejemplo de lo que pueden lograr instituciones que se rigen por principios y valores que se despliegan todo el tiempo y en todo el país, sin embargo, en el caso de las policías esto ha sido distinto.
Por eso es indispensable que las condiciones de los integrantes de las corporaciones policiacas estatales y municipales trabajen orientadas hacia ganar la confianza de la gente a la que protegen. Y no, esto no se consigue solo con presupuesto o con armamento, se trata de establecer condiciones dignas de trabajo, comunicar bien la misión de un cuerpo de seguridad y garantizar que los elementos estarán capacitados adecuadamente y procederán con honestidad e integridad.
Pensar que un policía es una persona sin vocación es un error social que nos ha costado mucho y apenas estamos en vía de corregirlo. Del lado institucional, los avances comienzan a observarse en el país y muchos estados cuentan con cuerpos de policía mejor preparados, un aspecto en el que ha ayudado mucho el prestigio que ganó rápidamente la Guardia Nacional y la decisión de muchos gobiernos de invertir en la profesionalización de sus corporaciones.
El apoyo social a las fuerzas de seguridad es tan importante como la dignificación de la función policiaca, basada en buenos salarios, prestaciones, herramientas de trabajo actualizadas, uniformes y la infraestructura para que los integrantes puedan desempeñar la tarea de proteger a sus comunidades.
En los últimos cuatro años, las experiencias positivas se han multiplicado y la coordinación diaria para supervisar los índices delictivos a través de las Mesas de Paz que se celebran todas las mañanas en el país está dando resultados incluso en las entidades con mayores índices delictivos.
Un ejemplo que conozco de manera directa es el Servicio de Protección Federal, que tengo el privilegio de encabezar desde hace un año, y que sigue un proyecto de crecimiento sobre la base de una oferta de trabajo digno y estable para contribuir con la construcción de paz, meta que se ha fijado el Gobierno de México, con la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, al frente.
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Ante las funciones de guardia y custodia de inmuebles federales que tiene Protección Federal (hospitales, edificios, sucursales del Banco del Bienestar, entre muchos otros), buscamos a mujeres y hombres de 18 a 65 años, con secundaria terminada, con o sin experiencia en materia de seguridad, para ocupar una plaza de guardia que paga $11,164.30 pesos mensuales libres, más prestaciones superiores a la ley (seguro de vida, de gastos médicos mayores, $13,500 pesos anuales en vales de despensa, 40 días de aguinaldo, ISSSTE y FOVISSSTE, entre otras).
Necesitamos cubrir miles de vacantes por todo el país y, al mismo tiempo, ofertar una oportunidad laboral a quien la está buscando y el mercado de trabajo se ha cerrado para ella o él, por edad o por estudios. Lo mismo que para jóvenes que inician su trayectoria laboral y con una oportunidad así pueden rechazar cualquier ofrecimiento que les hiciera la delincuencia.
Además, el Servicio de Protección Federal mantiene la capacitación y el desarrollo de sus más de 11 mil integrantes para desempeñar funciones especializadas y ascender por méritos propios.
Una forma de acelerar la dignificación policial es sentar las bases de una auténtica carrera profesional que lleve a un proyecto de vida que ayude a quienes, por decisión, optan por unirse a una fuerza de seguridad y apoyen a que todos tengamos la tranquilidad que merecemos.
Cualquier persona interesada solo tiene que marcar, sin costo, al 800 00 77377 o iniciar su registro en www.spf.gob.mx/convocatoria . Estamos contratando.