¿Vida o muerte?, es a lo que juegan nuestras niñas, niños y adolescentes cuando participan en retos virales en las redes sociales, como lo es el “reto clonazepam” o también llamado, “el que se duerma al último gana”.
Esta tendencia en redes sociales ha llevado a que más de una docena de menores hayan sido hospitalizados por intoxicación en estados como Guanajuato, Nuevo León, Estado de México, Veracruz, Ciudad de México.
El reto clonazepam consiste en que los menores consuman dicho medicamento que tiene propiedades ansiolíticas e inducen al sueño, y quien tarde más tiempo en dormir, es el que gana.
Es indispensable que como adultos tengamos presente que medicamentos como el clonazepam son restringidos y requiere de receta médica para su venta, de ahí que los menores lo están adquiriendo de forma ilegal a través de las mismas redes sociales.
La Policía Cibernética de la Ciudad de México señala que durante el 2022 identificaron 500 incidentes de menores, derivados de este tipo de retos que están en tendencia y que tienen la particularidad de “incitar a los usuarios a imitar o replicar conductas”.
El pasado 25 de enero, la Cofepris advirtió que el consumo inadecuado, sin supervisión médica e irresponsable de fármacos como el clonazepam, tiene efectos secundarios que van desde la somnolencia, mareos, náuseas y hasta pérdida de equilibrio; problemas de coordinación, dificultad para pensar o recordar, dolor de cabeza, muscular o de articulaciones; visión borrosa, temblores, incontinencia o retención urinaria e incremento de saliva.
Por eso presenté un Punto de Acuerdo en el Senado de la República, para exhortar a la Secretaría de Educación Pública y a sus homólogas en las 32 entidades federativas, para que, en los planes y programas de estudio de educación básica, implementen, y en su caso, fortalezcan programas de prevención del consumo de sustancias psicoactivas, o cualquier fármaco que no esté debidamente prescrito por un médico, en escuelas de nivel primaria, secundaria y medio superior.
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Es importante hacer un llamado a los padres de familia y a las autoridades sanitarias y educativas a trabajar en conjunto para evitar este tipo de retos que pueden costar vidas.
Urge que como Estado se hagan campañas de prevención a nivel nacional, alertando a todas y todos de los riesgos que conllevan este tipo de prácticas en las redes sociales, y que colocan a nuestras niñas, niños y adolescentes, a estar entre la vida o la muerte.