Opinión

El conocimiento no entra donde hay hambre

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Foto: (Especial)

El saber es el único espacio de libertad del ser

Michel Foucault

Bastante escándalo se ha suscitado por los Libros de Texto Gratuitos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), del ciclo escolar 2023-2024. Pero es que la cosa no es menor, ya que se trata de las bases que recibirán más de 24 millones de alumnos de educación básica.

Más allá de filias y fobias, más allá del “comunismo” y de las ideologías que tanto se están señalando, lo que preocupa es la cuestión formativa que propone la Nueva Escuela Mexicana (NEM): no tienen contenidos que ayuden a formar pensamientos lógicos y sistemáticos, tampoco análisis críticos para enfrentar un mundo que avanza a mil por hora gracias a la tecnología e inteligencia artificial.

Comencemos por las matemáticas. Es cierto que no “todo” lo que se aprende de ellas (geometría, álgebra, sistemas monetarios, algoritmos, etc.) se aplicará exactamente como tal en el día a día, menos si el alumno o la alumna deciden no dedicarse a ello. Sin embargo, las matemáticas ayudan a desarrollar el pensamiento abstracto: fundamental hasta para aprender conceptos y visualizar problemas y dimensiones que el universo trae consigo. No hay campo del conocimiento que no exija eso. Por ejemplo: la medicina no es una ciencia exacta, sin embargo implica entender el cuerpo humano de una forma sistemática, y reposa de forma profunda en la química: el estudio de los elementos de la naturaleza, que está relacionada con las matemáticas y su objetividad. Incluso las ciencias sociales como el Derecho, la Psicología y la Política se nutren de la lógica y de la estadística, por ende, de matemáticas… La música no solo sirve para expresar emociones, sino que su estudio exige conocimientos de intervalos y una armonía nada alejada de las matemáticas. Los deportes implican estrategia y un dominio técnico que ayuda a desarrollar las matemáticas. Para lo que sea que quiera dedicarse el niño o la niña según sus talentos naturales, las matemáticas son indispensables.

Según expertas y expertos de la Facultad de Estudios Superiores de la UNAM, tras revisar los libros de primero a cuarto se encontró una gran disminución en el número de temas de aprendizaje matemático. Incluso hay errores conceptuales en su abordaje.

Están también las críticas a los libros por su distorsión histórica y por mencionar a actores políticos de la 4T. Siguiendo en lo mismo: aunque los niños no quieran ser historiadores de adultos, sus conocimientos sí deben ser precisos e imparciales para desarrollar una mente que no conciba el mundo en falsas dicotomías. No todo es malo o bueno, solo es y va siendo. Otro ejemplo: si nuestros hijos se quieren dedicar a las humanidades, pareciera que no ocuparían la historia, pero también las humanidades exigen dimensionar los contextos sociopolíticos y las complejidades de la naturaleza humana para un mejor aprovechamiento y una forma más crítica de ver el mundo. Las artes no podrían colar la vida sin el respiro filosófico que tenemos por el mero hecho de existir.

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Como lo menciona el historiador Yuval Noah Harari: el homo sapiens es el depredador más letal y las sociedades como las conocemos, sobre todo las más avanzadas, han requerido harto conocimiento y dominio de lo que se ha hecho antes para seguir avanzando. No se pudo crear una vacuna contra el COVID-19 sin antes haber entendido el funcionamiento del sistema inmunológico. Y los países de primer mundo tienen la calidad educativa en el centro de su agenda.

Las sociedades más avanzadas han logrado concatenar el conocimiento anterior con el nuevo, no como se plantea en los libros de secundaria: con desorden, imprecisiones y para resaltar a personas como el director general de materiales educativos de la SEP, ni al presidente, ni a una probable candidata presidencial. Todos ellos, por más “bienintencionados” que sean, no son la verdad absoluta y no están exentos de críticas por su fanatismo, corrupción e intransigencia.

También las asignaturas de lenguaje y geografía estás siendo criticadas por sus sesgos e imprecisiones, siendo que entre más se dominen más posibilidades tiene el ser humano de nombrar y entender lo que le rodea y compartir su experiencia… Y suponiendo que los infantes no quieran dedicarse a ninguna profesión “convencional” y quieran ser Youtubers (según Remitly, la empresa de servicios financieros, la mayoría de los niños en México quieren serlo) también se necesitan de las habilidades que ambas asignaturas dan al pensamiento para crear un contenido original y trascendente que sea consumido por los cibernautas en todo el mundo. De lo contrario sólo crearan contenido hueco.

Lo que quiere hacer la 4T en la cuestión formativa sólo acrecentará las brechas de desigualdad, puesto que los más preparados tendrán mayor probabilidad de progresar en un mundo que ya tiene aplicaciones gratuitas de celular que redactan ensayos complejos. Es cruel, distópico y real: con la formación que propone la NEM, las personas provenientes de las escuelas públicas serán condenadas poco a poco a la miseria y al hambre, en un contexto donde nuestra labor e inventiva ya está siendo superada por las máquinas.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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