El jefe del Ejecutivo federal lleva meses enojado con el Poder Judicial, específicamente, desde que su aliado dejó de ser presidente de la Suprema Corte.
La extinción de los 13 fideicomisos que equivalen a 15 mil millones de pesos, son una venganza del presidente, lo malo de ello, es que los afectados son los más de 55 mil trabajadores del Poder Judicial, y no las y los ministros de la Suprema Corte, a quienes los ve como sus peores adversarios.
El enojo del autócrata de Palacio Nacional se debe a que la mayoría de las y los ministros han sido leales a la Constitución y no a éste. Y todo comenzó cuando dieron marcha atrás a la destrucción del Instituto Nacional Electoral (INE).
Los fideicomisos son derechos laborales y humanos por los que han luchado los trabajadores del Poder Judicial, no son “privilegios” como señala el presidente.
Desafortunadamente, Morena y sus aliados hicieron uso de su mayoría para desaparecer los fideicomisos sin tomarse un tiempo para escuchar a las y los trabajadores del Poder Judicial, ni tampoco a las y los ministros, quienes han dicho en diversos escenarios que la extinción de los fideicomisos no les perjudica.
Defender la desaparición de los fideicomisos es también defender la división de Poderes, porque no es posible que dos Poderes (Legislativo y Ejecutivo), se unan para destruir a un tercero, el Judicial, eso queridos lectores, es romper la República.
La desaparición de los fideicomisos es la expropiación de los ahorros de las y los trabajadores, este odio y ataques cotidianos desde Palacio Nacional para desprestigiar y satanizar el Poder Judicial, nada tiene que ver con la transparencia ni la austeridad.
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No nos engañemos, esta destrucción concertada es producto de una venganza política y ajuste de cuentas. Esta venganza política es apenas el principio de un propósito aún más grave: la destrucción del Poder Judicial, con el fin de consolidar el gobierno de un solo hombre, un gobierno autoritario primero, y más tarde una dictadura.
Quienes votamos en contra de la extinción de los fideicomisos del Poder Judicial, sabemos que la destrucción del Poder Judicial es la antesala del abismo, y de la perdida de cualquier certeza para la democracia y para nuestras libertades.