OTIS UNA INQUIETENTE MIRADA AL FUTURO
Tan sólo un día después de conmemorar el Día Internacional contra el Cambio Climático, el puerto de Acapulco fue impactado por el poderoso Huracán Otis, que sorprendentemente en cuestión de horas evoluciono de tormenta tropical a huracán categoría 5, la más alta en la escala Saffir-Simpson.
Lo que hemos visto en la última semana en Acapulco, con escenas apocalípticas, donde los vientos arrancaron paredes de casi todos los edificios, convirtiendo a Otis en el huracán más desastroso en la historia de nuestro país, podría ser una mirada a la forma en que los huracanes se comportarán en el futuro. Un futuro en donde la constante serán los fenómenos meteorológicos con un comportamiento modificado gracias al cambio climático, como lo ha venido señalando el Panel Intergubernamental de Cambio Climático, cuando mencionan que las altas temperaturas del mar ayudan a la rápida intensificación de huracanes.
El calentamiento de la temperatura superficial del océano proporciona la energía necesaria para la formación y el fortalecimiento de los huracanes. Las aguas más cálidas permiten que los huracanes obtengan más energía y se intensifiquen rápidamente.
Otro aspecto negativo que Otis ha puesto en evidencia, una vez más, es la deficiente planeación urbana ´-si es que ha existido- y el torpe modelo de urbanización implementado en los municipios de nuestro país. Si Acapulco no se hubiera urbanizado de la forma en que se hizo, no habría tantos daños y población afectada. Sin embargo, hoy por todo el puerto se pueden ver inundaciones y derrumbes que afectaron las vías de comunicación, el suministro eléctrico y de agua, así como las antenas de telecomunicaciones.
Muchos de estos derrumbes tienen como origen la desafortunada modificación hidráulica de los escurrimientos, lo que ocasiono que el agua extra que llego, en vez de fluir, saturo los suelos y comenzó a correr por las calles y la zona hotelera.
Si esta será una constante en el futuro, las preguntas fundamentales ahora son ¿cómo podremos hacer más resilientes a nuestras ciudades?, ¿Cómo preparamos a nuestra población que ya comienza a vivir los efectos del cambio climático?, ¿De qué forma debemos elaborar los planes de contingencia para enfrentar de mejor manera estos fenómenos naturales y mitigar sus impactos?
Es de vital importancia el que todos los municipios de México comiencen a implementar infraestructura resistente a desastres, y se elaboren e implementen planes y protocolos que le permitan a su población enfrentar los impactos del cambio climático para adaptarse a las nuevas condiciones, ya que el contar con poblaciones resilientes es crucial para reducir las amenazas al bienestar de las comunidades y su estabilidad económica.
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