La política del gobierno de Morena de abrazar a los delincuentes tiene al país ensangrentado. Este sexenio ha sido altamente lastimoso para las familias mexicanas, quienes siguen exigiendo justicia por sus muertos y buscando a sus desaparecidos.
Morena abandonó a las mujeres, a los jóvenes, a los campesinos, a los indígenas, a las personas con discapacidad. Abandonaron a los buenos mexicanos para abrazar a los delincuentes.
Esta ola de violencia es consecuencia de su fallida estrategia de abrazar a los delincuentes. La impunidad que les ha otorgado a quienes asesinan, secuestran, extorsionan o desaparecen mexicanos debe revertirse. El pueblo exige paz y justicia y eso debe darles el Estado mexicano.
El mensaje que el gobierno federal les da a los mexicanos es desesperanzador, ya que en lugar de generar mejores condiciones de vida, Morena ha decidido pactar con el crimen organizado.
El resultado de este espaldarazo de Morena a los delincuentes son más de 171 mil personas asesinadas y más de 48 mil desaparecidas en nuestro país. Claramente no hay una estrategia de combate a la delincuencia, ya que han privilegiado darles impunidad y desproteger a los buenos mexicanos, aquellos que todos los días salen a trabajar para tener un mejor futuro.
Lamentablemente, estamos ante un narcogobierno, donde se abraza a los delincuentes en lugar de perseguirlos y sancionarlos. López Obrador ha roto récord en cifras de inseguridad, pero aún queda la pregunta: ¿a cambio de qué el gobierno federal está dando impunidad al crimen organizado? México vive en el terror, vive con miedo.
No se puede seguir siendo complaciente ante el crimen organizado. Se necesita un gobierno que entienda la urgencia de atender la crisis de inseguridad y deje de abrazar a los delincuentes.