Opinión

Vital para estos tiempos

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Foto: (Especial)

Desde hace más de tres décadas, distintos sanadores y maestros espirituales contemporáneos han estado hablando de los tiempos que estamos atravesando ahora y los que están por venir, algunos basados en el conocimiento hinduista en el libro del Mahabharata que habla sobre el Kali Yuga o final de los tiempos, otros en las interpretaciones de sabiduría Maya realizadas por José Argüelles, algunos más en la Cábala Universal, y en otros libros sagrados que coinciden en describir una especie de descomposición en las sociedades reflejada en el predominio de la ira, las epidemias, la pérdida de valores éticos y estéticos, las saturaciones de toda especie, el daño al medio ambiente, y en general una sensación de desequilibrio en la psique, de dominio de los instintos básicos, como si en lugar de avanzar, retrocediéramos como humanidad. Y aquí nos encontramos, en la cuarta y -así descrito- peor etapa del ciclo de Yuga.

Tener nociones de esto nos ayuda a tomar conciencia sobre que nada está estático y que estamos dentro de una creación esférica y cíclica, así que lo más importante es que en cada una de las Eras o etapas nos afiancemos a lo mejor dentro de cada uno y siempre lo mejor que hayamos alcanzado como grupo, para estar en el escalón más alto por si el agua llega más arriba. No tener miedo en los tránsitos que seguirán siempre, pero sí caminarlos con los ojos muy abiertos. Recordemos que tanto el miedo como el odio son las notas más bajas de la experiencia humana, y son el camino más complicado que podemos tomar.

Los eventos en todo el mundo nos invitan a poner en práctica todo el conocimiento del ser humano y ponerlo al servicio del bien, del amor, de la paz y de la luz. Es vital que en estos tiempos no permitamos que ninguna creencia, ideología ni manipulación que fomente la separación, invada nuestra conciencia. Tenemos que ser capaces de expandirla más allá de todo esto, y de hacerla crecer para que podamos integrar todo lo que tenemos enfrente, alrededor, todo lo que nos conforma como sociedad, para poder abrazarlo y aprovecharlo a nuestro favor creciendo en todos los sentidos, y no en nuestra contra.

¡Podemos ser mucho más inteligentes que eso! Y aplicar toda la sabiduría acumulada en la memoria de nuestras células y nuestro ADN. Les comparto una maravillosa oración de mi amado Maestro, el Dr. Joseph Michael Levry para situarnos en nuestro centro y desde ahí elegir con nuestro aspecto más iluminado: “Dios Todopoderoso, Principio Maestro del universo, bendícenos, bendícenos, bendícenos. Bendícenos con el Amor Divino, el Amor que da Vida, bendícenos con la Sabiduría Divina, la Sabiduría que da Luz. Bendícenos con la Verdad Divina, la Verdad que da Libertad. Pedimos para que el Amor, la Fe y la Esperanza nos unan en el corazón.

Que Dios, brillante, el más compasivo, sea glorificado en nuestra alma para que podamos abrazar la realidad del Amor, y que cada uno de nosotros se convierta en una vela de Amor y Luz como recordatorio de ese Amor y Luz que vence la oscuridad. El amor creó el mundo. No hay nada más allá del Amor. No hay nada por encima del Amor. Que nos convirtamos en una extensión del Amor, que repartamos Amor alrededor del universo, y que nos convirtamos en la Luz que ilumina el camino para los demás.” Om Shanti, y que así sea.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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