Opinión

Yo no entiendo el 8 de marzo

Buscan resguardar los edificios históricos y monumentos por la marcha del 8M. (Cuartoscuro)
8 de marzo. Buscan resguardar los edificios históricos y monumentos por la marcha del 8M. (Cuartoscuro) (Victoria Valtierra Ruvalcaba)

No entiendo por qué las machas, por qué las pintas, por qué el enojo pues.

No entiendo el 8 de Marzo, por qué nací en México siendo hombre.

Como hombre se me enseñó en la sociedad que soy más fuerte y que la mujer es el “sexo débil”, que en muchos casos somos más fuertes y más inteligentes.

Como hombre nunca tuve miedo de que mientras bebía con mis amigos alguien me tomara fotos para luego distribuirlas sin mi consentimiento.

Como hombre sabría que ganaría más que las mujeres desde mi primer trabajo.

Como hombre pude circular en la ciudad sin miedo hasta altas horas de la noche, mis riesgos eran pelearme o que me asaltaran, nunca que me violaran y/o me mataran.

Como hombre decidí a qué edad casarme y a qué edad tener hijos, sin que nadie me dijera “ya te quedaste”, “ay mijito a ver si puedes ser papá”, tampoco tuve que explicarle a mis tías cada navidad que pasé soltero, por qué no tenía una novia.

Es más como niño muchas veces me dijeron “Que guapo, debes tener muchas novias”.

Como hombre nunca me importó la forma de vestirme, shorts o pantalón, nunca hubiera pensado que mi forma de vestir puede detonar una agresión en mi contra, o al menos así ser justificada.

Como hombre soltero podía salir con diferentes mujeres sin ser llamado “golfo o zorro”.

Como hombre si traía condones en el coche y era considerado responsable, no “facilote”.

Como hombre puedo salir a correr solo a la hora que quiera sin que me griten “papasote” o sin que me quieran nalguear.

Como hombre puedo trabajar en una fábrica y salir a la hora que sea sin miedo a que me desaparezcan y no se vuelva a saber de mí.

Como hombre puedo ir a la tienda, a caminar o a donde quiera sin que mi familia se tenga que preocupar de que termine muerto y violado en una zanja.

Como hombre puedo estudiar lo que yo quiera sin miedo a que me digan que eso no es para mí.

Como hombre sé que puedo abandonar a mi familia, no pagar pensión y no perder el derecho a verlos, eso si deseo hacerlo, de otra manera que su mamá se encargue.

Como hombre, esposo, hijo y papá de dos hijas me parte el alma y me llena de horror vivir en un país tan peligroso y tan injusto para con las mujeres, me da miedo que alguien me arrebate a mis hijas y no vuelva a saber de ellas, tener que marchar en las calles con sus fotos impresas porque a nadie le importó que se las llevaran, me da miedo que sean sujetas a estereotipos y a violencia de género.

Una vida con miedo, no es vida, sé que un papá y una mamá no vuelven a dormir 100% en paz cuando tenemos hijos, pero quiero que mis desvelos sean por una fiesta y no por el miedo a un delito sexual o un feminicidio.

No me queda más que trabajar cada día por que este país le ofrezca lo mejor a mis hijas y su generación, que por fin rompamos el bucle de violencia contra las mujeres, que dejemos de discriminar y que entendemos que vivir con miedo, no es vivir.

Desde aquí todo mi respeto y admiración a las miles de mujeres que luchan por que mis hijas tengan un mejor futuro.

Que Dios las bendiga.

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