¿A quién no le gusta el circo? Creo que a todos, bueno hay sus excepciones, sobre todo con el tema de los payasos. Pues de estos les voy a platicar. Fíjense que fui con motivo del Día del Niño a ver una obra en el Teatro Julio Castillo, una puesta en escena muy conmovedora que tanto a chicos como a grandes les va a encantar.
Se trata de la historia de Otto, un payaso de un circo que pierde su nariz y de ésta se desprende un hilo rojo que lo llevará a vivir una gran aventura; pero que a su vez, lo lleva a hacer una introspección sobre sus temores. Él siente que sin ella no es un payaso completo.
Pero con ayuda de sus amigos, quienes le ayudan a encontrar su peculiar ‘símbolo’, se va dando cuenta de que en realidad es un payaso de verdad. Realmente cuando la comencé a ver, dije ‘me siento raro viendo una obra infantil en domingo a las 11 de la mañana’, pero conforme iba transcurriendo la obra, me iba sacando carcajadas a más no poder.
Hasta hubo momentos en que recordé mi infancia y me puse a llorar de lo bonita que está esta historia, en la cual utilizan todos los recursos circenses y de clown. Cuando terminó, todos los adultos nos pusimos de pie porque en verdad es una belleza: acróbatas, músicos en vivo, diversión para todos, y creo que los adultos la disfrutamos mucho.
La dramaturgia es de Aziz Gual y Lucía Leonor Enríquez, y la dirección también es de Aziz Gual. El elenco, mis respetos, es un elencazo encabezado por Horacio Arango, Paola Herrera, Anick Pérez, Santiago Manuel, Aldo Rodríguez, y los músicos en escena son Diego Pérez, Alberto Gallardo y Omar Ranfla. Solamente les queda este mes para verla; recuerden: sábados y domingos, porque se va el dos de julio.
Todos hemos escuchado o conocido el Teatro Ángela Peralta. Sí, ese que está en el Parque Lincoln en Polanco. Ese maravilloso recinto que está al aire libre. Pero, ¿se han preguntado quién fue Ángela Peralta? Pues yo tampoco sabía quién era, hasta que fui a la Sala Julián Carrillo de Radio UNAM para ver el monólogo ‘El ruiseñor mexicano’, escrito por Gilda Salinas y dirigido por Mario Fiachi.
En él, Fanny Sarfati nos lleva históricamente al siglo XIX para conocer a esta mujer sin igual, que puso el nombre de México muy en alto, que le cantó a reyes, papas, presidentes, a toda la aristocracia de ese siglo. En fin, triunfó por todo lo alto. Fue una mujer de 1.40 cm pero con una voz única, y antes de los 20 años ya era reconocida en toda Europa.
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Tuvo varios sobrenombres o títulos por su gran talento, como ‘El Ruiseñor mexicano’, ‘Angelica di voce e di nome’. El Emperador Maximiliano y la Emperatriz Carlota la condecoraron con el título de la Cantante de Cámara del Imperio. Imagínense que su nombre era conocido en todo el mundo y eso que no existían las redes sociales.
Desafortunadamente, no hubo ninguna grabación de su voz porque aún no se había inventado el fonógrafo, para que exista registro de su voz única. Este monólogo, para mí, fue una magistral clase de historia, porque está super sustentado y nutrido con fechas, hechos, y apoyada con el talento de Fanny, eso se vuelve aún más rico. Si quieren asistir, chequen la página de Facebook Ángela Peralta, el Ruiseñor mexicano. Ahí encontrarán cómo poder asistir a esta estupenda obra.
Los invito a que me sugieran, comenten, y también me recomienden lo que les gusta. Pueden encontrarme en mis redes sociales: Twitter: @Tinajas, Instagram: @tinajas75 y TikTok: @tinajas1975. Nos vemos la próxima semana.