Opinión

Un esclavo consentido

¿Impugnación de Xóchitl Gálvez pone en riesgo elección presidencial?
SAN JUAN CHAMULA, CHIAPAS, 02JUNIO2024.- Se llevan a cabo las votaciones a nivel nacional para la elección de presidente, diputados y senadores.

El proceso electoral más amplio y decisivo en la historia de México está concluyendo y sus resultados son, igual que la sociedad que los alumbró, diversos y contrastantes; chocantes algunos, esperanzadores otros; absurdos muchos, sensatos los menos.

En mi ambiente local, Querétaro, los resultados son muy buenos para como entiendo el mundo y mi rol en él; aquí votamos por la oferta de la legalidad, el esfuerzo personal y el orden colectivo, y sólo marginalmente por la dádiva. El balance, que tiene innegables focos ámbar, me resulta muy positivo, sobre todo considerando el contexto nacional.

Pero en mi ambiente nacional, México, el mensaje de las urnas me parece patético, señal de que la mayoría ha renunciado al esfuerzo de ejercer ciudadanía, y ha elegido la ruta de menor resistencia, que siempre es la de un rebaño. La oferta oficialista, votada a favor por una mayoría escandalosamente clara, representa la indolencia, la torpeza, el saqueo vil, la destrucción... y la dádiva. Y aun así, ganó por paliza.

Hay mucho consuelo en creer que ese resultado se debe a un fraude electoral, pero me parece un tiro muy largo; las irregularidades generadas durante el proceso electoral deben ser sancionadas, no cabe duda, y sin embargo no me ilusiono creyendo que alcancen para diluir la ventaja de 18 millones de votos que el PREP le da a Sheinbaum sobre Gálvez. Alcanzarán, eso sí, para configurar de otra forma el congreso federal, quizá de forma relevante. Por eso deben atenderse.

Después de la sorpresa, el enojo y la frustración por el resultado en el ambiente nacional, reflexiono y concluyo una obviedad: que la voz “del pueblo” es la voz de dios. ¿Podría haber sido la campaña opositora mucho más acertada, para explotar los temas relevantes en que el régimen nos ha fallado a niveles criminales? ¿Podría haber sido encabezada por un perfil mucho mejor, menos torpe y más contrastante con quienes encabezan el desastre oficial? ¿Podrían las dirigencias nacionales de los partidos políticos opositores, haber trabajado con mayor compromiso en favor de “su” candidata? Sí. Todo esto sí.

Y, sin embargo, con un abstencionismo del 40% de los electores en el momento más crucial de nuestra joven democracia, me parece que ni así habría alcanzado para enderezar el rumbo nacional; con votantes buscando un “salvador”, tanto en la opción oficialista como en la opositora; con funcionarios de casilla que simplemente no se presentaron el día de la elección, me parece que la suerte de eso que conocemos como “México” ya estaba echada, y quizá lo estuvo desde 2018.

Si el millón de muertos en el sexenio de López, y los cientos de miles de desaparecidos, y la destrucción del seguro popular, y la eliminación de refugios y guarderías, y el criminal ecocidio en Dos Bocas y en la península de Yucatán, no alumbraron una mejor opción opositora nacional que la de “Morena es peor”, y no volcaron a las urnas a muchos más ciudadanos, es porque México carece de ambas cosas. Y así no hay estrategia que valga.

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Los estados que aún son claramente viables en México, como Querétaro, Aguascalientes y Coahuila, y algunos que pueden rescatarse en el corto plazo como Guanajuato, Nuevo León y Jalisco, deberán realizar un doble esfuerzo: mantener opciones políticas sensatas y atractivas, y seguir cultivando sociedades que las aprecien. De ahí surgirá el contraste para que el resto de México tenga perspectiva y, eventualmente, mejor rumbo que el de hoy.

CAMPANILLEO

Un esclavo consentido jamás quiere ser salvado.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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