Opinión

Año nuevo Maya: Tormenta Rítmica Azul

.
Foto: (Dreamstime)

El calendario Tzolk’in es un calendario ritual de 260 días utilizado por las civilizaciones mesoamericanas precolombinas para actos ceremoniales y profundamente espirituales, principalmente por los mayas. Este no es un calendario solar como el llamado Haab’, de 365 días. El Tzolk’in consiste en 20 períodos de 13 días, cada uno con un nombre y un número que, dando un total de 260 días, marcan la secuencia con diferentes sellos que describen cómo se va moviendo el flujo de la energía.

El inicio del año ocurre alrededor del 26 de julio del calendario gregoriano, puesto que, calculado así por su equivalencia entre un calendario y otro, es este día en el que desde el sol central de la galaxia al cual nuestro sistema solar rodea por períodos de 26,000 años de noche y 26,000 años de día, se emite una frecuencia específica que marca el recomienzo del ciclo. Hoy 25 de julio es conocido como el Día Verde, o un momento en el cual todo se neutraliza para recomenzar, por lo que es muy importante hacer una pausa y una reflexión en aquello que ya no necesitamos, en saber si queremos dejarlo y en abrirnos a hacerlo.

Este ciclo que comienza mañana, es el año Tormenta Rítmica Azul (Cauac) que representa la transformación, la energía catalizadora, y la auto-generación, y en el tono 6 está marcada por la igualdad, el equilibrio, y la organización. El sello de la Tormenta Rítmica Azul está asociado con la transformación profunda y la renovación. Es un período donde tendremos muchas energías catalizadoras promoviendo cambios significativos en diferentes aspectos de la vida, para lo que el tono 6 ofrece orden y balance, es decir que será un año muy propicio para estructurar adecuadamente las cosas que permitan la transformación efectiva a largo plazo. También está marcado un proceso de auto-generación, donde las energías internas son movilizadas para la regeneración y el crecimiento.

Es un momento idóneo para liberar lo viejo y dar la bienvenida a lo nuevo. De acuerdo a los expertos, eso se facilitará enormemente y si no habíamos podido concluir cosas, este será el momento y, por el contrario, si resistimos nos veremos en dificultades. Este ciclo ofrece un buen espacio para trabajar en la evolución personal y colectiva, invitando a las personas a participar activamente en las renovaciones necesarias a todos niveles. De acuerdo a la sabiduría maya, paradójicamente la tormenta es justo el tiempo para buscar la paz interior, equiparando esta al ojo del huracán, el momento de estar en calma o hincarse ante la tempestad, pero fluctuando hacia los cambios evolutivos que por definición traen las tormentas, así como se regeneran las células del cuerpo.

Este sello del año nuevo está dentro de la onda encantada del Mago, lo que nos habla del propósito para conectarnos con lo invisible, con el poder de la intiuición, de la atemporalidad, del conocimiento místico, de la receptividad, y de la capacidad de estar presentes, ¡y de manifestar! Este propósito también nos sintoniza con la frase “los tiempos de Dios son perfectos”. Si estamos abiertos a estos cambios, este año Tormenta Rítmica también nos conectará con nuestro poder generativo de abundancia de todo lo que queramos crear en la vida, así que si nos enfocamos, podemos hacer una enorme realización desde un lugar más refinado y mejorado a donde nos llevará la tormenta. ¡Feliz año nuevo!

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

Tags

Lo Último